EL 2011 EN PELÍCULAS: EL CINE RECUPERADO
Por Roger Koza
Han pasado casi diez años desde que el peso argentino fue devaluado. Las consecuencias de esa invención delirante de equipar un peso argentino al dólar son conocidas, y siempre es bueno recordar que no se estuvo muy lejos de la dolarización integral de la economía.
Indefendible como proyecto y modelo económico, la ficción cambiaria del señor Cavallo había, paradójicamente, incentivado la distribución de películas de arte. A fines de la década del siglo pasado y en el primer año del nuevo milenio, se estrenaban películas de Tsai Ming-liang, Claire Denis, Alexander Sokurov en 35mm. El sabor de la cereza, de Kiarostami, una película sobre el suicidio, fue un éxito de taquilla. Eran otros tiempos, pues el régimen cambiario implicaba menos riesgos para los distribuidores.
De 2002 al 2006, los estrenos semanales casi se circunscribían al cine estadounidense. Los festivales de cine funcionaban como reservas ecológicas de la imagen, allí, podíamos ver la evolución de los cineastas que habíamos descubierto unos años atrás. Vivíamos en dos mundos paralelos y asimétricos: los tanques de Hollywood constituían la dieta audiovisual obligatoria, y cada tanto, nosotros, los cinéfilos, nos imponíamos peregrinar en dirección a los festivales.
En los últimos años algo ha cambiado, posiblemente, porque el panorama económico y cambiario es otro. Bajo estas coordenadas, algunas distribuidoras apostaron muy fuerte. Este año se estrenó en fílmico El hombre que podía recordar vidas pasadas, De dioses y hombres y Copia certificada. Tres películas grandiosas salieron con un número de copias más que aceptables y recorrieron el país. Unos años atrás ver un filme de Weerasethakul en 35mm era impensable; de llegar a una sala comercial, un filme semejante, podía verse en DVD ampliado, una práctica impuesta y heredada de esos años sombríos después de 2001.
Es posible que en el futuro podamos ver más películas que se desmarquen del canon de la industria. La digitalización de las salas habrá de alterar los costos. El DCP, al día de la fecha, el único sistema digital decente de exhibición reemplazará las proyecciones en 35mm. La inversión de los distribuidores será menos aventurada. Resulta plausible creer que vamos a poder ver las nuevas películas de Dumont, Kaurismäki, Costa, Tarr y el mismo Weerasethakul en condiciones óptimas. El futuro es discretamente luminoso.
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El triunfo sorpresivo de Las acacias, de Pablo Giorgelli en Cannes (Cámara de Oro), el Leopardo de Oro de Abrir puertas y ventanas, de Milagros Mumenthaler, en Locarno y el reconocimiento en el mismo festival a la ópera prima de Santiago Mitre, El estudiante, que además se exhibió en el prestigioso Festival Internacional de Cine de Nueva York, son signos precisos y datos contundentes de que existe un cine argentino de alto nivel que poco tiene que ver con los imperativos de la industria. El caso de El estudiante, realizada sin apoyo del INCAA, es paradigmático. De no ser por la convicción de los jóvenes productores y la obstinación de su director, la película quizás no se hubiera filmado.
Como sea, este ha sido un gran año para el cine argentino, el que incluye la explosión del llamado Nuevo Cine Cordobés. De Caravana, de Rosendo Ruiz, alcanzó a los 20.000 espectadores y obtuvo, además, el beneplácito de la crítica más exigente. Yatasto, por otro lado, viajó por el mundo; ganó premios en FIDMarseille, Bafici y en la Viennale.
Y también ha sido un buen año para el cine internacional. Películas notables como El caballo de Turín, de Bela Tarr, Los misterios de Lisboa, de Raúl Ruiz y Fausto, de Sokurov pasaron por algunas salas argentinas. Pronto veremos El chico de la bicicleta, la extraordinaria películas de los hermanos Dardenne; también falta poco para que se estrene La Havre, de Aki Kaurismäki. Varias de las grandes películas del año están más cerca. La situación no es utópica, pero sin duda es mejor a la de unos años atrás.
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Las diez mejores películas del año no estrenadas comercialmente
He decidido dejar afuera algunas películas que están confirmados sus estrenos respectivos para el 2012 y que de no ser así serían parte de mis elegidas: El chico de la bicicleta, La Havre, La enfermedad del sueño. El resto tal vez pase por algunos festivales, e incluso se estrenen, pero todavía no hay indicios de que así ocurrirá.
1. The Turin Horse, de Bela Tarr / Misterios de Lisboa, de Raoul Ruiz, Portugal, 2010
2. Once Upon a Time in Anatolia, de Nuri B. Ceylan, Turquía, 2011
3. Hors Satan, de Bruno Dumont, Francia, 2011
4. This Is Not a Film, Jafar Panahi, Irán, 2011
5. Life Without Principle, de Johnnie Too, Hong Kong, 2011.
6. The Day He Arrives, de Hong Sang-soo, Corea del Sur, 2011 / Bachelor Mountain, de Guangyi Yu, China, 2011.
7. Low Definition Control –Malfunctions #0, de Michael Palm, Austria, 2011
8. Tierra de los padres, de Nicolás Prividera, Argentina, 2011 / Papirosen, de Gastón Solnicki, Argentina, 2011
9. Slow Action, de Ben Rivers, Reino Unido, 2011 / Accidentes gloriosos, de Mauro Andrizzi, Argentina, 2011
10. El lugar más pequeño, de Tatiana Huezo, México, 2011 / Los últimos cristeros, de Matías Meyer, México, 2011
Menciones honorables: 11) Two Years at the Sea, de Ben Rivers, Reino Unido, 2011; 12) Attenberg, de Athina Rachel Tsangari, Grecia, 2010; 13) Meek’s Cutoff, de Kelly Reichardt, EE.UU., 2010; 14) Guilty of Romance, de Sion Sono, Japón, 2011; 15) Scabbard Samurai, de Hitoshi Matsumoto, Japón, 2011; 16) Himizu, de Sion Sono, Japón, 2011; 17) L’Apollonide –Souvenirs de la maison close, de Bertrand Bonello, Francia, 2011; 18) Territoire perdu; Pierre-Ives Vandeweerd, Bélgica, 2011; 19; Monsieur Lazhar, de Philippe Falardeau, Canadá; 20) The Ballad of Genesis and Lady Jaye, de Marie Losier, EE.UU., 2011
Los cinco mejores estrenos comerciales en cines argentinos
1.Morir como un hombre, de João Pedro Rodrigues, Portugal, 2009
2 El misterioso caso de Angélica, de Manoel de Oliveira, Portugal, 2010
3. El hombre que podía recordar vidas pasadas, de Apichatpong Weerasethakul, Tailandia, 2010
4.La vida útil, de Federido Veiroj, Uruguay, 2010
5. Copia certificada, Abbas Kiarostami, Francia, 2010
6. Yatasto, de Hermes Paralluelo, Argentina, 2011 / Los labios, Santiago Loza-Iván Fund, Argentina, 2010
7. Martes, después de navidad, de Radu Muntean, Rumania, 2010
8. De dioses y hombres, de Xavier Beauvois, Francia, 2010
9. Poesía para el alma, de Lee Chang-dong, Coreal del Sur, 2010
10. La cueva de los sueños olvidados, de Werner Herzog, EE.UU., 2011
Menciones honorables: 11) Criada, de Matías Herrera Córdoba, Argentina, 2009; 12) Los Marzianos, de Ana Katz, Argentina, 2011; 13) El estudiante, de Santiago Mitre, Argentina, 2011; 14) Invernadero, de Gonzalo Castro, Argentina, 2010; 15) De caravana, de Rosendo Ruiz, Argentina, 2010; 16) El planeta de los simios, de Rupert Waytt, EE.UU., 2011; 17) El ganador, de David Russell, EE.UU., 2010; 18) Atrapada, de John Carpenter, EE.UU., 2011; 19) Más allá de la vida, de Clint Eastwood, EE.UU., 2010; 20) Rango, de Gore Verbitski, EE.UU., 2011.
Roger Koza / Copyleft 2011
Qué gusto, Roger, leer -por fin- tu propia opinión sobre el cine visto en 2011. Me permito agregar algunas observaciones.
La política económica llevada a cabo durante el menemismo (y continuada por De La Rúa) no sólo incentivó la distribución de películas de arte, también la aparición de revistas de cine y de festivales como el BAFICI, todo lo cual reavivó cierto interés cinéfilo y alentó el coleccionismo. Es paradójico, bien decís, pero tal vez hable de lo contradictorio que suelen ser los procesos históricos.
Brillante esa idea de que de 2002 a 2006 los festivales funcionaban como «reservas ecológicas de la imagen». Pero, aunque no sigo con atención el desempeño de las distribuidoras, recuerdo que en esos años pude ver en cines películas como «A la izquierda del padre» de Carvalho o «Ser y tener» de Philibert. Tampoco veo que, si algo ha cambiado en los últimos años, sea exclusivamente por consecuencia de un panorama económico y cambiario más favorable. En Rosario, al menos, si hay ahora hay más oportunidades de ver buen cine en salas, es en buena medida por la intervención estatal, como la conversión de un cine tradicional como El Cairo en una sala pública administrada por autoridades provinciales, en la que se han programado en 35 mm películas como «Le quattro volte» o la de Weerasethakul, o por iniciativas individuales como la coordinación a cargo de un par de colegas de ciclos de cine latinoamericano dentro de un espacio INCAA, dentro del que se exhibieron «Criada», «Yatasto» y otras (respecto a esto último, viene bien la ocasión para comentar que Fernando Herrera y yo sumaremos nuestro granito de arena en 2012, programando ciclos en el Centro Cultural Parque de España de nuestra ciudad).
Por otra parte, si bien la exhibición de películas en DVD puede verse como una «degradación» en términos de calidad en la proyección y de respeto a la obra original, también creo que ha permitido liberarse de decisiones de distribuidores y dueños de los cines. Ahora las películas circulan y se muestran saliéndose permanentemente de las vallas que se les impusieron durante mucho tiempo, y creo que es una de las mejores cosas que han ocurrido en el ámbito audiovisual en los últimos años.
Que, como el cine, vos también tengas un futuro (discretamente) luminoso. Buen 2012 y gracias, una vez más, por tus devoluciones.
Roger: sólo quería dejarte un abrazo de fin de año y un enorme gracias por este blog, que es un lujo total.
¿Y qué pasó con Film Socialisme? Cuando se estrenó, todos parecían mucho más entusiasmados…
Feliz año nuevo y abrazo.
Quielo
Quielo: es sencillo, encabeza mi lista del año pasado de filmes no estrenados, pues yo la vi en Cannes 2010 y este año si bien se vio en el Bafici no se estrenó en el país. RK
La nota no dice nada nuevo, pero la lista es interesante es la lista. Estaría buena una mínima explicación de la selección. Saludos.
Caléndula: no escribo bajo el imperativo de decir algo nuevo, algo que tampoco le exijo a las películas, lo que no implica,eventualmente, apreciar la novedad. La explicación del por qué elegí esos filmes, es cierto, falta. A lo largo del blog se pueden leer varias críticas sobre los filmes elegidos. En principio, pensaba escribir debajo de cada film de la lista unas líneas en donde se explicitaba las razones de mi elección. Por una cuestión de tiempo no lo hice. Si puedo lo repararé. RK
El caballito e Turín, menudo ladrillazo. El gran bluff el año.
Gracias a los ladrillos se construye. Sin argumentos, no hay posibilidad de discusión. En fin, entiendo la aseveración, pues no es la primera vez que se escucha sobre el film de Tarr; lamentablemente, no podemos saber las razones del bluff. Saludos. RK
El cine e Internet
Una de las grandes paradojas del cine independiente, es que muchas veces resulta muy innovador a la hora de crear pero sumamente conservador al momento de distribuir y exhibir su producción. La obsesión por llegar a las salas tradicionales le esta impidiendo ver alternativas que la tecnología pone a su disposición.
Así, otra característica importante del año 2011 en materia cinematográfica, para los que habitamos en Argentina, es la disponibilidad cada vez mayor de películas proyectadas por Internet, lo que se conoce como VOD (Video On Demand). Esto se acrecentó ante la quiebra a fines del 2010 de la famosa cadena de alquiler y venta de videos Blockbuster, que arrastró en su caída a muchos videoclubs más chicos. El fenómeno del VOD merece una atención especial, porque es una de las pocas vías alternativas que tienen el cine independiente del mundo entero, para acceder a un público más numeroso. Si bien la tecnología está disponible desde hace varios años, la infraestructura de las conexiones de nuestro país no acompañaba de modo adecuado este fenómeno.
Críticos como Diego Batlle en su sitio “Otros cines” escribió:
“El consumo de películas en Internet sigue creciendo de forma vertiginosa. En principio, la revolución digital generó como tendencia principal la descarga o la visión online de copias truchas y, en muchos casos, de baja resolución. El material pirata sigue siendo una alternativa elegida por muchos, pero en los últimos meses se ha desatado también una fuerte competencia entre varias compañías locales y extranjeras para lograr que, mediante el pago de un abono mensual o de un monto por film, el público pueda apreciar sus títulos favoritos en las mejores condiciones técnicas (calidad HD) y, a su vez, los productores y artistas reciban una retribución por ceder sus trabajos.
Dentro de esta movida del Video On Demand (VOD), que incluye el reciente desembarco del gigante Netflix y de varios operadores locales, así como las distintas ofertas por parte de las telefónicas o las propias señales de cable, se destacan algunas experiencias destinadas a los cinéfilos más exigentes, que no buscan tanques de Hollywood sino películas de autor, clásicos y rarezas de los más variados orígenes y estéticas. “ (ver la nota completa en: http://www.otroscines.com/cine_tv.php?idnota=5956 )
Prueba
Prueba 2….
prueba 3….
Una ratificación de lo que vengo sosteniendo lo pueden encontrar en esta nota de Diego Batlle en su site otroscines.com:
http://otroscines.com/columnistas_detalle.php?idnota=6003&idsubseccion=11
Cine e Internet (sigue…)
Otra experiencia muy importante ha sido la organización por parte del sitio comunidadzoom.com de lo que denominaron «Festival Global» que consistió en un festival virtual durante Noviembre de 2011 donde se podía ver y bajar de modo legal una gran variedad de películas argentinas, por el pago de $12 en caracter de «pase libre»