EL ÁRBOL DE LA VIDA / THE TREE OF LIFE
**** Obra maestra ***Hay que verla **Válida de ver * Tiene un rasgo redimible ° Sin valor
El árbol de la vida/ The Tree of Life, EE.UU., 2011
Escrita y dirigida por Terrence Malick
**Válida de ver
Película fallida, a veces genial y en varias ocasiones irritable, por momentos magistral y no por ello inmune a ser considerada el bodrio del año, el quinto film de Malick parece destinado a ser discutido tanto para execrarla al ridículo eterno como para canonizarla como una obra maestra.
El árbol de la vida arranca con una cita bíblica y una luz tenue, quizás Dios, quizás la fuente de la vida. “¿Dónde estabas cuando yo fundaba la tierra? Házmelo saber, si tienes inteligencia”. La cita pertenece al libro de Job, y el film en su conjunto parece ser el esfuerzo del propio Mallick en responder a ese acertijo.
Después, un niño ha muerto y vemos cómo los padres (Brad Pitt y Jessica Chastain) intentan sobrevivir a la noticia. El consuelo religioso parece ser insuficiente. Inmediatamente, de Texas en la década del ’50 pasamos a nuestro tiempo. El hermano mayor (Sean Penn) recuerda a su hermano muerto y cavila sobre la vida moderna. “Todo es codicia”, afirma. Los planos en contrapicado de los edificios estimulan a fundamentar topológicamente la afirmación. Los edificios son erecciones de codicia, una arquitectura desprovista de aura, y de allí el contraste con el que Malick registra a la naturaleza.
Y de pronto una revelación, acaso el génesis reconstruido por un cineasta dotado con un sensibilidad exquisita para plasmar lo numinoso. Es que en un momento se detiene la etérea voluntad narrativa y el filme salta y se despega hacia otro orden de representación; un collage casi experimental captura al film y destituye por varios minutos todo intento de relato. Entonces, el cine se emancipa de ese fervor humano por contar historias y de organizar el caos en relato, y explota una dimensión posible del arte cinematográfico. Es el mundo silencioso, el cosmos sin saber, un viaje literal en donde quien mira deviene en estrella, fósil, mineral, animal, éter. Planos de células, explosiones solares, géiseres, tiburones, paisajes diversos, eclipses, la Tierra, las montañas, los cielos, los pájaros, las medusas, el cosmos e incluso un embrión de un dinosaurio vivo y luego dos bestias disputando el poder en tiempos prehistóricos. De un drama familiar, Malick presenta un escenario cósmico y sus misterios. Ni siquiera se puede hablar de representación, pues se trata de una experiencia. Es difícil no pensar en ese momento que uno está viendo algo jamás visto.
Tras casi una hora de película, El árbol de la vida regresa a la tierra y vemos el nacimiento de los hijos de la pareja, el crecimiento y la severa educación impartida por el padre. Pitt es un patriarca y un milico, una combinación poco feliz. El padecimiento y el castigo son regla.
Y vendrán los últimos 30 minutos, y el filme deriva indefectiblemente hacia un nuevo poema visual, ahora kitsch y fervientemente religioso en el que la espiritualidad New Age y un evangelismo difuso van fagocitando tanto la totalidad del film como las inquietudes filosóficas de Malick.
En El árbol de la vida todas las películas de Malick están contenidas. El estilo es inconfundible: los zigzagueos de la cámara en un movimiento coreográfico constante son constantes; la búsqueda de hallar un registro sobre la naturaleza en donde la physis pueda ser expresión indirecta de la gracia un imperativo; la voz en off como oraciones de un discurso anónimo, o más bien como expresión de la humanidad en su conjunto se escucha desde el principio. Las sombras adquieren vida; hamacarse es una cifra paradisíaca; la música clásica una necesidad espiritual. Las meditaciones de Malick están presentes y se reconocen: su tema predilecto es la caída, tanto en su sentido filosóficos como teológico. Los hombres han caído en un desvarío ontológico, han traicionado el contrato natural: la Tierra ya no es hogar sino mero terruño de explotación. Aunque existe la gracia, la intervención de otro orden que modifica nuestro ser en el mundo.
El problema de El árbol de la vida es que siendo en un inicio una interrogación cósmica hiperbólica se transforma en la puesta en escena de un dogma trivial sostenida en una iconografía berreta. La pestilencia de una sabiduría perenne bautizada en California deviene en metástasis. Esta insólita voluntad de afirmar y decir, o mejor dicho, de evangelizar, finaliza vulgarizando una obra potencialmente colosal. De lo sublime se pasa al ridículo, y de la poesía cinematográfica al aforismo baladí ilustrado.
Es que El árbol de la vida es una película contradictoria, experimental, escurridiza, a veces solemne y desprovista de humor, pero dirigida por un director que parece haber aprendido su oficio en un universo alternativo; pensar con justicia El árbol de la vida puede ser tan difícil como analizar el misterio de la Trinidad y el sexo de los ángeles. La burla es la aptitud lógica de los necios; la credulidad, su correlato necesario, comporta siempre una conveniencia y un poco de vagancia.
Esta crítica fue publicada por Good News en el mes de octubre 2011.
Copyleft 2011 / Roger Koza
… esas hamacas… mmmm.
Estoy bastante de acuerdo con tu crítica… no obstante, hay algo que me queda picando y es ese permanente recaer que tenés en lo «new age». Me gustaría saber qué es lo que entendés por «new age»?
A ver, el problema de cohelo no es la gnosis que transmite en sí, si no cómo la transmite y con el fin comercial conque lo hace. La estructura de los libros de autoayuda es justamente «decirte lo que necesitás escuchar (manipular) en el momento en que necesitás escucharlo»: si estoy para el culo, sin esperanzas y leo un libro que me dice permanentemente «cuando tú te propones algo todo el universo conspira para que lo logres» evidentemente me va a poner «bien». El «new age» lo que hace es tomar conocimientos (religiosos, filosóficos, artísticos…) bastante sincréticos y existenciales y PROSTITUIRLOS según la necesidad (de una clase media alta que lo suele consumir con bastante frivolidad). A pesar de que la última media hora de la película, desde que se mudan de la casa, bordea el derrape (si terminaba con esa mudanza y la casa vacía, hubiera quedado absolutamente genial) no creo que esa especie de «reconciliación» vital que sucede entre Penn y la vida sea justamente algo «new age» y ni siquiera evangelizador (no hay elementos cristianos de ningún tipo, por el contrario, hay mar… olas… útero… ángeles mujeres… madres… una suerte de centralización en «lo femenino» lo cual constrata diametralmente con el falismo cristiano y sobre todo evangelizador del sur de EEUU.
Malick llama a su película «El árbol de la vida» (una imagen central en el «génesis») y su epígrafe es de el Libro de Job, quizás los dos textos más interesantes de la biblia donde ambos tienen un eje central: el hombre «cayendo» (a través del Conocimiento) y esa caída transformándolo (o acercándolo mejor dicho: Conocimiento mediante) a Dios. Dios y Hombre como dos «estados» creadores, conscientes y totalmente APASIONADOS. Por ello Dios es tan bueno como el más bueno de nosotros y tan malo como el más malo de nosotros y visceversa: es decir, Dios y Hombre son la misma cosa. El final de malick me parece que es un intento (al borde del derrape, te lo reconozco) de «conjunción» (reconciliación) entre hombre, dios y las pasiones de ambos en su simbiosis cósmica con la vida a pesar de las vivencias, las penurias, los pasados, las evoluciones, las alegrías, LAS PASIONES. Pues, en el Libro de Job, después de que Dios interpela a Job y le dice básicamente «para juzgarme, creá primero el universo a ver como actuás» y Job le dice «tenés razón, perdoname»… Dios le devuelve a Job su salud y riquezas y castiga a los amigos «obsecuentes y chupamedias de Dios» que intentaban convencer a Job de que vuelva a creer en el mismo. Creo que por acá intentaron pasar las intenciones (medio fallidas) de Malick en su última media hora y no tanto en un evangelio new age manipulador y berreta.
A mi gusto, es de lejos una de las mejores películas del año (para bien o para mal).
Saludos
Gustavo: mi tema con la New Age es exactamente lo que vos describís. Nada tengo que agregar. Creo que en Mallick el discurso es heideggeriano, su cine, por momentos extraordinario, y sí creo que todas las alusiones femeninas son New Age, y que varias de sus postales celestiales se pueden rastrear en pintores con esta orientación sincrética. Creo que podría haber sido una gran película, histórica. Es posible que el film crezca con el tiempo, y que vaya depurándose con los años. Habrá que verlo. Lo mejor de Mallick, no obstante, es Días de gloria. Me resulta insuperable. Saludos. RK
Si, es heideggeriano sin dudas… pero en realidad, es el problema del problema de heidegger… el amigo martin se pasó casi 500 págs, en su «El Ser y el Tiempo» simplemente para encontrar en su idioma alemán un verbo similar al «estar» del español. Como sabrás, en los idiomas anglosajones y germánicos (igual que en los asiáticos e inclusive, en el francés a pesar de ser latino) el verbo «estar» NO EXISTE. Sólo existe el «to be», el SER. Es decir, lo que es siempre de una forma, lo permanente en ciertos aspectos naturales, la posesión, la materialidad, lo corporal. Mientras que el «estar» es la ubicación geográfica y sobre todo, la TRANSITORIEDAD de los estados (especialmente los sentimentales y de ánimo). Creo que justamente lo que todo el cine de mallick intenta desentrañar es este verbo: el ESTAR, especialmente porque él proviene de una cultura del SER. Esta película es un hermoso ejercicio de esta dialéctica… de hecho, en sus 30m finales creo que lo que intenta es eso: unir ese SER con ese ESTAR en su limitante «to be»… quizás y en eso coincido con vos, el error estuvo en la estética que uso para plantearlo… no obstante y a pesar de eso, la película en su todo es genial… hasta brad pitt actúa bien y todo (la parte del dinosaurio pisándole la cabeza al otro…)… los chicos, en fin, a mi me gustó bastante.
Saludos
Gustavo: me gusta mucho, realmente, este nuevo comment. RK
Si quieren ver un película con muy buenos diálogos y que te hace pensar vean «the man fron earth»
Gracias Roger. Pasa que el tema del SER y el ESTAR es central en todo lo que pienso y siento. De hecho, fue el tema de mi tesis siempre tomado a partir de un gran pensador argentino llamado Rodolfo Kusch. A Kusch lo que le interesaba era invertir el paradigma de Heidegger, es decir, entender a la existencia desde el ESTAR y no desde el SER: desde estados TRANSITORIOS y no DEFINITIVOS: el estar lleva al «estar siendo» mientras que el ser lleva al «deber ser»: el cual siempre es determinista y nefasto. El cine de Mallick (quizás a pesar de Mallick mismo) es un permanente ensayo existencial de esta dualidad verbal: en el «nuevo mundo» por ejemplo, lo que intenta es mostrar qué pasó (aparentemente) cuando una cultura -quizás la más poderosa de todas- del SER como la inglesa, irrumpía en el territorio amerindio del ESTAR: donde naturaleza y hombre eran «caídos» por igual: por lo tanto homogéneos y contradictorios a ese SER cristiano donde el «bien» (la civilización) sí o sí debía triunfar sobre el mal. En esta película nuevamente pone en relieve eso creo: ¿qué sucede -o más bien, POR QUÉ SUCEDE: de hecho, por eso comienza con «la respuesta/pregunta» al citar esa parte en que Dios le responde a Job- cuando uno, convencido por una cultura del SER, de repente se ve atravesado por una existencia del ESTAR cuando en «ese idioma» (existencial) tal verbo, directamente, NO EXISTE. Creo que quizás por eso admiro tanto a Herzog: Herzog, un gran convencido de este ESTAR, lleva el «estar siendo» a niveles épicos por más que no signifiquen nada (de allí «la conquista de lo inútil») o quizás también y al mismo tiempo, SIGNIFIQUEN TODO. Herzog a diferencia de mallick no analiza el ESTAR, si no que lo vive en instancias épicas donde su resultado es lo de menos. Es la gran metáfora de «El viejo y el mar». En fin… por algo Heidegger terminó siendo cómplice de uno de los intentos de culturas del SER más nefastos de todos los tiempos: el nazismo. Y para no caer en «eso» justamente, es que mallick terminó está pelicula intentando RECONCILIAR pasado con familia con historia con demonios personales por más que, como bien decís, la estética conque lo hizo no fue la más apropiada de todas especialmente si uno compara con lo que fue el resto de la película.
Saludos!
Me permito transcribir un párrafo muy ilustrativo publicado en la revista argentina El Amante, Nº 233, de octubre de 2011, página 17, que forma parte de un artículo firmado por Guido Segal, titulado “Lo trascendente” y que quizás contribuya a echar algo más de luz sobre la obra de Malick en general. Segal dice así:
“La veta natural de Malick, por su parte, es bien reconocible, y encuentra sus orígenes en el idealismo de los trascendentalistas americanos, más precisamente en Emerson, Thoreau y Whitman. Este nexo bien podría estar ligado a los tiempos de estudiante de filosofía en Harvard, donde Malick trabajó bajo el ala del gran Stanley Cavell, uno de los principales impulsores del estudio de Emerson y Thoreau como productores de filosofía netamente americana, desligada de las tradiciones europeas de pensamiento.”
Genial la pelicula…acabo de verla y lo primero que hice fue detenerme en esta crìtica porque soy de còrdoba (pagos de los de roger) y quise saber que escribiò al respecto.- Creo que no hay que banalizar el film con llamarlo con adjetivos como new age o metafìsico.- Es la vida en si misma (el amor por sobre todas las cosas) no hace falta ir màs allà a buscar nombres como -haidegger, emerson, thoreau- tranquilamente Claudio Marìa Dominguez le puede haber dado catedra a Mr. Malick.- La foto de los girasoles es sublime (nosotros los seres «giles» humanos mirando al sol como parte (in)significante de la creaciòn divina).-
Y lo mejor finalizando la pelicula donde todos se encuentran y comparten momentos, es impresionante. Asì es el paraìso chicos (el momento previo antes de que tomemos reencarnaciòn en otro cuerpo).-
Genial terrence te felicito por enriquecernos y desburrarnos.-No seamos ignorantes… yo al menos te tiro una estrellita y media màs.-
Leandro Fowler.- 28 años.-