Por Nicolás Prividera

Hace unos días leí en la sección “seguridad” (!?) de La Nación que hubo un conato de linchamiento en pleno Barrio Norte de la ciudad de Buenos Aires. Y viendo los comentarios de los lectores se entiende por qué no es un caso aislado, tal como relató Verbitsky en Pagina12 evocando la “Furia” de Lang. Digo: no es curiosa la referencia (de hecho fue mi primera asociación cuando me enteré, maldita cinefilia), sino que sea el punto de partida de un periodista de investigación (aunque no hay que olvidar que se trata de alguien que inició su carrera como cronista cinematográfico). Menos curioso es que pocas veces suceda lo contrario, y que la realidad sea el punto de partida para un cineasta (me refiero al cine local, desde ya). Y es que así como ayuda saber que el cine (y la cinefilia) a veces puede ayudar a reflexionar sobre el presente, ensombrece que haya que ir tan lejos y hace tiempo. Más cuando en estos días un festival como el Bafici nos ofrece a raudales la sangre nueva del cine argentino.

Nicolás Prividera / Copyleft 2014