EL CAMBIO DE GUARDIA (02)

EL CAMBIO DE GUARDIA (02)

por - Críticas
16 Jul, 2024 09:45 | comentarios
La última película de Farina ha despertado una discusión sobre el punto de vista. El tema lo implica y la capacidad de quien debe escribir se pone a prueba. ¿De qué trata su película?

DETRÁS DEL ESPEJO

La metáfora es conocida y, por su empleo indiscriminado, estéril: el cine es un espejo. La presuposición es la siguiente: la realidad posa frente a cámara y al proyectarse los que miran se ven; a veces la conformidad es inmediata; en otras ocasiones, la devolución es incómoda. Si bien es una metáfora exangüe, su asertividad es pura seducción. No faltan las películas que suelen incitar el comentario: “Así somos los argentinos”. ¿Es El cambio de guardia una película de esa índole? De serlo, no es precisamente una devolución feliz, más allá de su evidente celebración de la amistad y su espíritu deliberadamente benévolo.

El cambio de guardia se inscribe en la obra de un cineasta que se ha especializado en el retrato como ningún otro de sus coetáneos. Sabe filmar grupo de desconocidos, grupo de conocidos muy cercanos (su propia familia) y solitarios, que pueden ser artistas, pensadores o campesinos. En todos los casos, lo mueve el deseo de conocer; para él, la cámara es un instrumento de indagación. En efecto, los planos de Farina no afirman, más bien formulan preguntas; prefieren la conjetura y no la consumación de una intuición. El recorte elegido en esta oportunidad tiene sus rispideces y atajos evidentes, pero la presunta transparencia del grupo elegido es en verdad una materia no exenta de opacidad: los elegidos son amigos de su padre, más precisamente, los compañeros de la colimba. ¿Qué puede haber deparado de extraordinario la conscripción obligatoria durante la década del ’70 en la vida de los retratados?

A lo largo del retrato-relato, que abarca algunos años hasta la elección de 2019, hay varias inquietudes en torno a esa pregunta, que no define en absoluto el en sí de El cambio de guardia. Uno de los amigos expresa su perplejidad sobre cuál puede ser la sustancia que los amalgama. Paulatinamente, Farina revela las diferencias entre los miembros del grupo, igualados solamente debido al año de nacimiento y unidos afectivamente por haber sido compañeros de una división ya inexistente del Regimiento Primero de Infantería. Un fervor sin contenido los convoca, un efímero sentimiento de felicidad compartida es lo que conmemoran, aunque alguien añade otro factor menos festivo y decisivo: el miedo.

Mientras que muchos jóvenes desaparecían para siempre, los conscriptos de 1977 recuerdan aquellos días como si se tratara de un campamento de egresados, pero con un contrapunto intermitente y silencioso en el que lo ominoso acechaba. La interpretación de ese pasado reverbera en el presente. La mayoría votará a Macri, otros expresan su oposición ante la exasperación de un argumento infundado de los antiperonistas y solamente uno, calificado como “zurdito”, concibe una continuidad del pasado en el presente.

Farina se limita a observar las conversaciones de los amigos de su padre, priorizando las instancias de fricción política y atenuándolas con pasajes de distensión y demostración de afecto. La confrontación apasionada y a veces hiriente nunca llega a resquebrajar el núcleo duro de la amistad; la escala de la disputa así lo permite. No es otra cosa que la expresión microscópica de la grieta, cuya beligerancia discursiva es matizada por el idioma de la amistad. Que el cineasta cobije a todos por igual no significa que no asuma una posición. Basta atender cómo trabaja los cortes de cuatro escenas clave que siempre recaen en la palabra proferida por un mismo personaje. Es la puntuación de la película, su gramática ideológica. 

En las antípodas del punto de vista aludido, el placer de estos hombres por los rituales castrenses con su indumentaria e instrumental bélico, consustancial a la satisfacción que suscita el desplazamiento de un tanque por la vía pública como símbolo de una nación, es un misterio. Fascinación demasiado primitiva y saturada de testosterona, apenas un indicio de lo que hay detrás del espejo. 

El cambio de guardia, Argentina, 2024.

Escrita y dirigida por Martín Farina

*Publicado en otra versión por La Voz del Interior en el mes de julio.

Roger Koza / Copyleft 2024

Los otros textos sobre El cambio de guardia:

1. Crítica de Nicolás Prividera: leer acá.

2. Respuesta de Tomás Guarnaccia: leer acá.

3. Respuesta de Nicolás Prividera: leer acá.