EL CISNE NEGRO / BLACK SWAN
**** Obra maestra ***Hay que verla **Válida de ver * Tiene un rasgo redimible ° Sin valor
Por Roger Alan Koza
SANGRE, SUDOR Y LÁGRIMAS
El cisne negro/ Black Swan, EE.UU., 2010
Diriga por Darren Aronofsky. Escrita porMark Heyman, Andrew Heinz, John J. McLaughlin
La sobrevaluada película de Aronofsky constituye un compendio de todo su cine. En esta ocasión su interés casi documental por el mundo del ballet termina siendo fagocitado por un intento desmedido de combinar géneros y registros disímiles; un film mediocre y pretencioso, en el que la pasión de Portman se transforma en la única razón valedera para verle.
“Algún día, tal vez se sepa que no había arte, sino sólo medicina”. La célebre frase pertenece a un escritor, Le Clézio, y sugiere exactamente lo contrario de lo que sucede en El cisne negro, una pieza masoquista en manos de un cineasta cuya concepción del arte y la psicología resulta primitiva y ridícula.
Natalie Portman es Nina, una bailarina del elenco estable de una compañía neoyorkina, que vive con su madre, una ex bailarina, y la relación entre ellas excede la competitividad artística y la proyección de los deseos y frustraciones personales. Los psicoanalistas tendrán aquí un filme (de manual) para el diván: castración, represión y psicosis. Ése es el universo simbólico de Nina, cuyo padre ni siquiera es un fantasma; en el filme, no existe.
Después que la primera bailarina es “jubilada” por el coreógrafo francés Thomas (Vincent Cassel), tan riguroso como mujeriego, Nina se esforzará por obtener el protagónico en El lago de los cisnes de Tchaikovsky. A su técnica perfecta le falta espíritu y libertad, condiciones que según Thomas resultan imprescindibles para interpretar el lado oscuro del cisne. Masturbarse y soltarse será la propuesta terapéutica del maestro, aunque la descomposición psíquica de la bailarina, obsesionada por la perfección, más bien necesite de un doctor Freud vestido con tutú. Nina obtendrá el papel y literalmente vivirá el destino de su personaje.
Ahistórica y esquemática, El cisne negro, más que una película sobre la danza clásica, es un retrato trivial sobre la psicosis. Aronofsky acierta en privilegiar planos cerrados que denotan la experiencia de Nina, de allí que la proliferación del primer plano obsesivo y la predilección por escenarios cerrados son una constante, algo bien secundado por una composición cromática en la que el claroscuro transmite un estado de ánimo. Pero Aronofsky no se detiene allí, e intenta mostrar el desequilibrio psíquico a fuerza de efectos especiales y subrayados de principiante. Véase el pasaje en el que el cuerpo de la bailarina se quiebra paulatinamente, lo que culmina en un plano de una muñequita. Ese tipo de ejemplos es la regla.
La obsesión de Aronofsky por la psicosis, el ascetismo, la alteración de la conciencia a través de las drogas, el lesbianismo y el cuerpo como superficie de suplicios y castigos, temas presentes en Pi, Réquiem por un sueño y El luchador, atraviesa su nueva película. El sacrificio de Portman es ostensible, y tiene asegurada su recompensa en la noche de los Oscars: su determinación como actriz, su look de anoréxica, sus cou-de-pied y sur le cou-de-pied y su martirio interpretativo son atendibles, aunque su personaje no necesariamente despertará simpatía.
El cisne negro es al ballet lo que La pasión de Cristo es a la teología: una aventura masoquista coronada por un toque trascendental.
Esta crítica fue publicada en otra versión por el diario La voz del interior en el mes de febrero 2011.
Roger Alan Koza / Copyleft 2011
Roger no estoy de acuerdo para nada con tu critica, me parece muy pobre
Creo que es una excelente película, la cual consiguió atraparme y emocionarme en cada momento. La actuación de Natalie Portman es sublime.
La desintegración del personaje llega al punto de convertir la ficción en algo literal, digno de una psicosis.
Lo afirma una bailarina y futura psicóloga
Ivana: tu argumento es emocional, y por lo tanto no logra desenvolverse como tal pues no sale de la circunferencia de tus sentimientos, respetables sin duda, y diferentes de los que yo pude haber tenido, pero que no se articula como un proposición que funcione como argumento.
Como film sobre la psicosis es torpe y primitivo, pues subraya la descomposición no la registra en su estructura. Dicho de otro modo, el film toma distancia y en su distancia señala dos lugares de producción psicótica: la madre y la transferencia de perfección en un universo exigente como el de la danza. En este sentido, AD sigue el camino de films como Una menta brillante, en donde se trata literalmente de explicar la psicosis y no de mostrarla. Una aproximación brillante a la psicosis se puede ver en El camino de los sueños y Carretera perdida. En ambos casos, Lynch no explica la psicosis sino la filma y la muestra.
Sobre la danza: creo que la mejor película reciente sobre danza clásica es La danse, de F. Wiseman. Allí es claro que el bailarín es un trabajador. Hay sacrificio, pero también placer, una dimensión que AD desconoce, como el humor.
Saludos. RK
Roger: coincido con tus apreciaciones sobre las películas de Wiseman y de Lynch, y también en lo que decís sobre «Una menta brillante». Pero creo que «El cisne negro» es otra cosa, muy diferente. Es camp, como ya dijeron muchos, pero en el sentido más puro del concepto. Camp por involuntario y absolutamente serio, de una seriedad que fracasa, para ponerlo en palabras de Sontag. Los absurdos melodramáticos son tomados tan en serio que deleitan por auténticos. En este sentido yo banco a la película, bastante más arriesgada que la mayoría de las candidatas al Oscar (y que el cine mainstream en general).
Un abrazo
Andrés: tu lectura del film es un poco la que ensayó Hoberman y Dargis, en el Village Voice y en el New York Times respectivamente; entiendo la idea, pero no estoy del todo seguro que el concepto se aplique fielmente en este caso. Respecto del riesgo: el lebianismo, las drogas, la conciencia fragmentada y la mezcla de géneros y registros no terminan de convencerme sobre las decisiones de riesgo de DA. En ese sentido, veo más riesgo en El ganador, pues sin jamás burlarse de sus criaturas retrata el embrutecimiento de la clase trabajadora en EE.UU. En el cine mainstream de ese país, eso casi resulta transgresión. Seguimos hablando, y te mando otro abrazo. RK
Cuando veía la película, en esos momentos en los que ya estaba en piloto automático, pensaba en cómo el cine trabaja los temas que muy inocentemente trabaja AD. Leo el comentario de ustedes y coincido, en las películas que nombran, el registro y la atención están puestas en cómo se atraviesa la crisis a partir de una deconstrucción que amplia y complejiza las posibilidades del encastre, como si eso fuese posible. Pero no eran esas las películas que me aparecieron entre bostezos, y perdón por lo que voy a decir, no lo tomen como una boutade. Me reía pensando en lo lejos que quedó Cassvettes, que hace un pila de años filmaba Opening Nigth con intensiones parecidas pero con un resultado infinitamente superior. Volver, a veces, es reparador.
Saludos.
pd: la nota de A.Martin sobre Eustache es genial
F: sí, el texto de Martin es buenísimo. AD está años luz de Cassavetes; son dos universos inconmensurables. Tourneé y Go Go Tales, de este tiempo, son dos películas cercanas al gran JC. Saludos. RK
Me gustó está peli. Si el final hubiera sido mudo y nadie hubiera dicho nada, me hubiera gustado más. Pero la verdad es que me esperaba algo peor y salí copado del cine, algo que hacía mucho no me pasaba con el cine industrial. Habiendo dicho esto, tenés razón, Roger, con algunas de tus apreciaciones (tal vez con todas), pero me gustó. ¡Quelevamoacé! Igual, me quedo con Lost Highway, Mulholland Dr, Spider, etc., si vamos a hablar de psicosis. Me quedo con Videodrome!
Hola
A mí me encantó la película. Pero no considero que se trate de una película sobre el ballet, si no, más bien, sobre la obsesión. Y se nota más allá de las escenas de Nina viendo visiones o Nina quebrándose. Se nota hasta en los planos de cómo arreglan las zapatillas, que son rajadas con rabia. Hay planos detalles que parece que quieren mostrar cómo trabaja una bailarina pero lo que indican es que algo va mal en ella.
Y ya por último, me he fijado que la fotografía la has tomado de mi blog. Me da igual que lo hagas, ya que esa foto está en todos lados, pero te ruego que la subas a tu propio servidor porque el mío ya me está diciendo que se está quedando sin espacio y si se publican en otros blogs, puede que me perjudique.
P: no creo que el film trate sobre la obsesión sino sobre la distorsión psicótica con algunas conductas, entre ellas, la manía obsesiva.
En el momento de utilizar la foto ni me he fijado de dónde provenía. No sabía que una foto utilizada en un blog le pesaba a otro blog. Disculpame por eso. La cambio en este momento. Saludos. RK
Muchas gracias. No me importa que se cojan fotos de mi blog, porque además en este caso, se trata de una foto oficial de la película y está en todos lados. Pero si se sube directamente desde el servidor del blog original, a veces se colapsa. El hotlinking que le llaman.
Con los ojos abiertos:
Creo que tu análisis lo hiciste con los ojos cerrados. Ni siquiera me dan ganas de decirte porqué no concuerdo contigo, me da hueva. Te recomiendo enfoques tus sentidos en Episodio 1, 2 y 3 de la guerra de las galaxias, hábidas de efectos especiales espectaculares.
Pero por favor, cuando de escribir se trate, Abre tus ojos!
Creo que tuve los ojos abiertos tanto como usted, aunque la mirada es lógicamente distinta. No necesito descalificar a quien piensa distinto, y si puede ocurrir que cada tanto quien piensa distinto pueda desear confrontar su mirada con otro. El comentario deja en claro que no. Y es una lástima. No obstante, sugiero que vea: La danse y Las zapatillas rojas, y luego reconsidere cómo filmar la danza y la psicosis, entre otras cosas. Son sugerencias. Episodio 1, 2, 3, son películas de otro orden, aunque entiendo la ironía, la que no resulta en este caso un señalamiento muy sagaz. Saludos. RK
Coincido con vos Roger lo unico rescatable son unos pocos momentos de Natalie Portaman, lo demas puro artificio. Demoré mas de un año en verla, por alguna razon no me atraía.
Lo que le fatla a Ninna en su interperatacion le falta a DA en su pelicula, soltarse. En nigun momento la pelicula da tiempo al espectador a captar la belleza del baile o la soltura de la danza. Los golpes de efecto narrativos y visuales opacan todo.
Excelente crítica y muy atinadas respuestas a los comentaristas.
Muchas gracias. RK