EL CÓDIGO ENIGMA / THE IMITATION GAME
**** Obra maestra ***Hay que verla **Válida de ver * Tiene un rasgo redimible ° Sin valor
Por Roger Koza
MÁQUINAS INTELIGENTES
El código enigma / The Imitation Game, EE.UU-Reino Unido., 2014
Dirigida por Morten Tyldum. Escrita por Graham Moore, basado en el libro Alan Turing: The Enigma, de Andrew Hodges
** Válida de ver
Temas apasionantes, personaje cautivante y algunos aciertos narrativos apenas pueden neutralizar los lugares comunes que acechan durante todo el film
En el prólogo firmado por Douglas Hofstadter para Alan Turing: el enigma, la biografía, escrita por Andrew Hodges, del deslumbrante matemático británico que inspiró El código enigma, se puede leer: “La vida de Turing merece un estudio profundo, pues no sólo fue una gran figura de la ciencia del siglo XX, sino que su conducta interpersonal poco convencional le ocasionó una gran tristeza. Incluso hoy, la sociedad como un todo no ha aprendido a entenderse con ese estilo de inconformismo”. El código enigma consigue transmitir en sus propios términos esa descripción, y el primer valor ostensible del filme estriba en espolear a los espectadores a leer sobre Turing. No es poca cosa en tiempos de magos y pseudociencias.
En principio, que se estrene un filme sobre un hombre de ciencia es, valga la paradoja, un milagro. El conocimiento como aventura de la especie no suele ser asociado al cine de entretenimiento. Ver a Turing intentando descifrar un código junto a un equipo de científicos para poder así debilitar la estrategia comunicacional castrense de los nazis y, por ende, vencer a las huestes de Hitler, depara un placer inusual.
El centro narrativo del filme pasa por las presiones de los servicios de inteligencia británicos en el momento en que Turing tenía a su cargo la sección Naval Enigma de Bretchley Park (mansión que funcionaba como centro de desciframiento de códigos), en plena Segunda Guerra Mundial. Mientras tanto, los alemanes dominaban Europa, destruían capitales y aniquilaban vidas inocentes. El filme dejará en claro la importancia de la “Máquina de Turing” para adelantar el fin de la guerra y salvar gran cantidad de vidas.
Pero hay en El código enigma una segunda línea narrativa más cerca del ámbito de la moral que del de la inteligencia. La genealogía de la homosexualidad de Turing se cuenta aquí a través de unos flashbacks pertinentes de su adolescencia, cuando se enamoró por primera vez de un compañero de estudios. El filme también le dedica cierto tiempo a seguir las instancias de un robo en la casa de Turing, a principios de la década de 1950, que concluyó con una inesperada sentencia penal contra su homosexualidad. Uno de los momentos más poderosos, aunque fugaz, es aquel en el que a Turing se lo ve exhausto y destruido debido a un tratamiento químico perpetrado para corregir sus preferencias sexuales. El rostro de Benedict Cumberbatch, cuyo trabajo es notable, denota una tristeza infinita. La imbecilidad moralista de su tiempo se impuso a su dignidad.
Didáctica como un buen número de la revista Billiken, pues poco se profundiza en tópicos que apasionaban a Turing (como la posibilidad de que las máquinas puedan pensar y de que hombres y máquinas no sean tan diferentes), y de una poética dócil frente a las convenciones de una biopic (simplificaciones biográficas, psicológicas e históricas), El código enigma es, sin embargo, un intenso filme de espionaje que gira en torno a la inteligencia como concepto general y a la estrechez del imaginario moral de una sociedad conservadora. Frente a esto último, no cabe duda, las máquinas son inteligentes, pero los hombres sólo de vez en cuando.
Este texto fue publicado en otra versión por el diario La voz del interior en el mes de febrero 2015
Roger Koza / Copyleft 2015
hoy vamos a verla. gracias por la reseña. en página 12 leí que comparada con la vida real de AT, la película es muy lavada. además el tipo era maratonista. creo que su mejor tiempo era de 2 horas y 46 min que es un MUY buen tiempo (soy maratonista también) aunque los corredores de elite actuales ya han dejado esa marca muy atrás. terrible el final de su vida, condenado y sometido a castración química debido a su elección sexual. y no fue hace tanto tiempo… apenas unas décadas atrás… qué locura….
En el film sí muestran que es maratonista. Nada se dice de su ateísmo y sus diversos intereses quedaron afuera. Lo que siempre me interesó en él es el tema del algoritmo; hay también una disputa con Wittgenstein que siempre me interesó. Pero de los biopics del Óscar es la que prefiero. Saludos. RK
Selma ya la pudo ver Señor Koza? ¿Es mala?
No la vi. Esta semana termino con un trabajo full time de edición de textos y en la semana que viene veré las tres nominadas a Mejor Película. Se lo cuento entonces.
Indudable, lo que decís. A mí me resultó tan esquemática esta película y timorata. Poco se puede esperar del cine industrial cuando de retratar la realidad de personalidades famosos se trata. ¿Alguien puede mencionar una película biográfica que no sea así?
No es cine industrial, pero tanto «Edvard Munch» de Peter Watkins como «Crónica de Anna Magdalena Bach» de Huillet-Straub son ejemplos de películas biográficas heterodoxas. No vi todavia «Van Gogh» de Maurice Pialat, pero teniendo en cuenta la visión de este gran cineasta, me imagino que no debe ser esquemática y timorata, pero es sólo una suposición. «Eros + Masacre» de Yoshishige Yoshida desde un modernismo antonionesco podría ser otro ejemplo de biopic alejada del estilo diccionario enciclopédico. No sé si los acontecimientos que retrata «Young Mr. Lincoln» de John Ford son ficcionales o si realmente están inspirados en un caso judicial que le tocó al joven abogado y futuro presidente estadounidense. De ser un hecho histórico, sería un gran ejemplo desde el clacisismo.
Ah, también está «Wittgenstein» de Derek Jarman, «Sayat Nova» de Parajanov… Pensándolo bien, y más allá del documental como género, está lleno de biopics con abordajes menos edulcorados y diseñados para consumo masivo que las nominadas a los Oscar.
Eze: Van Gogh de Pialat es genial porque no lo convierte en un demente artista. Es serena. Y es genial. Como siempre es Pialat.
Wittgenstein es notable. Y Sayat Nova es una de las grandes obras maestra del cine. Hay más títulos notables en la materia.
Y el film de Ford es hermoso.
Yo espero el biopic de Foucault dirigido por Bonello.
Esto último fue una expresión de deseo