El CONOCIMIENTO EN LA OSCURIDAD 

El CONOCIMIENTO EN LA OSCURIDAD 

por - Entrevistas
19 Jul, 2024 11:57 | Sin comentarios
Un diálogo con Julián D'Angiolillo sobre su tercera película La gruta continua.

Werner Herzog quiso ver en las pinturas rupestres de las cuevas de Chauvet una primera noción de cine: los rinocerontes y los mamuts fijados en la piedra sugerían el movimiento. No es la única película sobre grutas, sí la más conocida y la única filmada en 3D. La gruta continúa es muchísimo más discreta, y Julián D’Angiolillo no pretende emular al cineasta alemán. Sin embargo, comparten método y espíritu: el cine puede ser una vía lúdica de conocimiento, una aventura del pensamiento donde la cámara sustituye a la mano que lleva la palabra al papel y el mundo es la sustancia misma transfigurada en imagen de la que se predican conjeturas y descubrimientos.

D’Angiolillo elige otros territorios y por consiguiente otras grutas. En Italia se encuentra con un grupo de espeleólogos que se inspira en las Brigadas Rojas y adaptan el lema “La lucha continúa” para designar su labor. No andan a los tiros, y sus instrumentos no los enciende la pólvora. No esperan el advenimiento del socialismo, les basta corroborar que una gruta puede respirar y cantar. El cineasta también visita Cuba; allí, donde sí hubo una revolución efectiva, el máximo referente de dicha epopeya estaba interesado en la investigación del interior de la Tierra. A Fidel Castro no le eran ajenos los misterios de las grutas, tampoco le resultaban indiferentes a la famosa bailarina cubana Alicia Alonso, que podía dominar el arte de suspenderse en el aire y también prodigarles a la oscuridad y las rocas una dedicación semiexclusiva, como si su auténtica vocación fuera el estudio de los huecos del mundo. D’Angiolillo no llega a postular en sus hallazgos el inicio pretérito de arte alguno, pero recoge rastros de la Historia del siglo XX de un interés incuestionable. Hay sorpresas dispersas en la trama.

Como en Hacerme feriante y Cuerpo de letra, descubrir una práctica y un saber es el móvil del cineasta. Cuando el cine y el conocimiento van de la mano, es difícil que el espectador se sienta defraudado. No hay placer mayor para cualquier persona que aprender sobre algo desconocido. Los planos de D’Angiolillo son hermosos silogismos que permiten pensar el mundo y todavía asombrarse al hacerlo.

***

Roger Koza: En el 2014, usted ya había hecho un cortometraje sobre espeleología en Argentina titulado Autosocorro. Diez años más tarde, en Italia y Cuba, vuelve a filmar en la oscuridad de las cuevas y a quienes se introducen en los interiores de la Tierra con objetivos científicos. ¿A qué se debe su interés por el tema y qué lo llevó a proseguir filmando, ahora en otros países?

Julián D’Angiolillo

RK: La vieja metáfora platónica situaba el conocimiento afuera de las cavernas. Los espeleólogos hacen el camino inverso: en la oscuridad anida el conocimiento. Por otra parte, el cine trabaja siempre sobre un régimen de luz, pero el desafío en un caso como el suyo radica en filmar casi sin luz. Son paradojas y desafíos. ¿Qué aprendió de todo esto?

La gruta continua

RK: Las tres películas que tiene en su haber comparten algo: tratan de actividades ligadas al espacio, de ámbitos laterales al mundo del trabajo. Su interés parece orientarse a lo anómalo. El espacio como categoría estética define su puesta en escena; prácticas o saberes heterodoxos son el centro de su interés. ¿Qué encuentra de especial en aquello que parece periférico? 

RK: La gruta continua deja en claro dos cosas: en las grutas habita el futuro, pero en ocasiones también permiten leer episodios del pasado. ¿Ya tenía en cuenta este aspecto paradójico? 

RK: Hay espectros en la película: Antonio Núñez Jiménez y Alicia Alonso, la famosa bailarina cubana de ballet que fue también una ferviente espeleóloga. ¿Qué lo llevó, por ejemplo, a proyectar a Alonso en una de las cuevas en Cuba? 

La gruta continua

RK: Uno de los personajes afirma que Núñez Jiménez en vez de arterias tenía grutas. Es una metáfora hermosa con la que usted parece sintonizar. ¿No es un intento el suyo de demostrar esa afirmación en cada plano?

RK: Uno de los momentos más conmovedores de La gruta continua es cuando aprendemos a escuchar las grutas y a reconocer por su sonido la morfología de cada una. ¿Por qué quiso traducir el sonido en una imagen a través de un gráfico?

RK: En una misma dirección, ¿por qué sintió el deseo de incluir el viaje en animación 3D? 

RK: Hay una idea musical muy contemporánea, como si usted trabajará en un enlace entre lo primitivo de la piedra, el ritmo y el sonido electrónico. ¿Cómo concibió la banda de sonido y la música en mayor medida? 

*Publicada en otra versión por Revista Ñ en el mes de julio.

Roger Koza / Copyleft 2024