ELIJO CREER
Elijo creer, Argentina, 2023
No alcanza con tener un buen equipo. Para ser campeón hace falta que aparezca alguien nuevo, que algo impensado se destape. La idea es de Messi y son sus compañeros quienes la cuentan a cámara. Para ser campeón hace falta que aparezca un jugador ausente en los papeles de todos, una atajada insólita y quizás también un poco de suerte. Para ser campeón hay que romper la norma. La propia y la ajena. En el cine pasa algo parecido: para que una película trascienda el mero retrato o el dócil racconto de acciones hace falta que algo incierto se devele, que las cosas tiemblen del lugar común que el mundo les da. Un cine que sólo releva, es un cine pobre, de inspección municipal. Un cine que revela, es un cine con el valor de la potencialidad, de la apertura hacia lo desconocido, del arte. Lamentablemente, Elijo creer es del primer grupo. Sólo hay un tímido momento de revelación. Luego de la derrota contra Arabia Saudita, vemos en un auto a Lionel Scaloni hablar con un colaborador acerca de la necesidad de acostumbrarse a la derrota. Es el plano más “desprolijo” de este documental que prefiere construir su espina dorsal con entrevistas protocolares filmadas en un estudio de streaming. Un gesto que hace suma para que el tono de Elijo creer termine por parecerse a una mezcla entre los cassette de declaraciones prefabricadas de las entrevistas pospartido, con el espíritu de una crónica deportiva zalamera y sobre adornada con adjetivos. Cassette y papel viejo, los lugares comunes de la comunicación deportiva visten la oficialidad de esta película producida por la AFA. Frente a esto, aquel plano dentro del auto es un estallido de verdad. Allí Scaloni habla con un acento distinto del que se le escucha en la televisión o en la radio. Por un breve momento, un hombre de Pujato habla de la vida, tal como se habla de la vida, y arrojando un nuevo color sobre la proeza nacional del 2022.
Tomás Guarnaccia / Copyleft 2023
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