EL BARÓMETRO DE SIEGFRIED

Por Roger Koza

El recientemente fallecido Edgardo Russo, director de la colección de libros de cine perteneciente a la editorial El cuenco de plata merece un reconocimiento y un infinito agradecimiento por parte de la cinefilia de habla hispana. Todos los libros publicados son extraordinarios, y Ensayo sobre cine y cultura de masas, de Siegfried Kracauer, refrenda una vez más la “línea argumental” de la colección: una traducción impecable, una elección imprescindible.

Dividido en cuatro secciones, precedido por un breve prefacio y una justificada introducción por parte de los compiladores de la versión estadounidense, Johannes von Moltke y Kristy Rawson, y con un lúcido posfacio firmado por Martin Jay, este libro compuesto por la mayoría de los textos publicados por Kracauer desde su arribo a EE. UU en 1941 sintetiza la sensibilidad teórica del autor: las películas emiten signos de un tiempo específico y un crítico de cine es aquel que sabe leerlos y enunciarlos. Su famosa afirmación acerca de que un crítico debe ser antes que nada un crítico social se constata en su sistema de lectura, que no desestima la descripción física de un plano y el análisis general de las formas cinematográficas.

En Ensayo sobre cine y cultura de masas hay pasajes teóricos contundentes que anuncian la célebre política de los autores y una modalidad temprana de problematización de los géneros del cine. El capítulo dedicado a Jean Vigo y a Preston Sturges, por ejemplo, son notables en tanto Kracauer consigue exponer la propia evolución interna de la obra de los directores sin prescindir de los condicionamientos sociales externos a las mismas. Algo similar sucede cuando Kracauer identifica la aparición repetida de una figura sádica de terror en el cine de Hollywood, a la cual asocia con el siniestro avance del nazismo.

El libro también cuenta con críticas propiamente dichas de películas de la época. Leer una reseña del autor sobre Paisá y El ciudadano, de Rossellini y Welles respectivamente, es esperable, pero no un análisis sobre Dumbo, donde además intuye proféticamente una evolución estética en la que el referente podría disiparse de la propia ontología del cine. Algún día una imagen podría dejar de corresponderse con lo real. ¿No era el cine una misteriosa redención física de la realidad? Hay también algunas reseñas bibliográficas, y no siempre abocadas al cine. Uno de los libros en cuestión es Lo imaginario. Psicología fenomenológica de la imaginación de Jean-Paul Sartre.

La peculiar posición de Kracauer respecto de los círculos literarios de izquierda de Nueva York y su ambivalente relación con la Escuela de Fráncfort constituyen un núcleo de intereses que exceden el cine. Hay un capítulo magnífico que incluye una disputa directa entre el autor con su amigo Theodor. W. Adorno en torno a la dialéctica (negativa) y la ontología. En varios capítulos, lateralmente, se verifica una apreciación edificante respecto de la cultura de masas, en las antípodas de la característica desconfianza de Adorno y sus discípulos. He aquí un ejemplo de su prosa y de esa polémica.

Decía Kracauer:

“Preston Sturges, desde siempre catalogado como un entertainer, es indudablemente mucho más que eso: su propio credo (expuesto en Los viajes de Sullivan, 1941) […] lo revela como una mente inquisitiva e introspectiva. Y además ¿qué tendría de malo que Sturges fuera un simple entertainer? Nada debería ser tomado más en serio que el entretenimiento capaz de congraciarse con millones de seres anónimos. Actitudes masivas con consecuencias de amplio alcance a menudo encuentran una via de escape de placeres aparentemente insignificantes”.

*Esta reseña fue publicada en otra versión por la revista Ñ en el mes de octubre de 2016

Ensayos sobre cine y cultura de masas. Escritos norteamericanos. Siegfried Kracauer. El cuenco de plata ediciones. Buenos Aires. 284 páginas.

Roger Koza / Copyleft 2016