ESTRENOS INVISIBLES (01): THE OTHER SIDE
LA PESADILLA AMERICANA
Por Roger Koza
Roberto Minervini es un especialista en temas escabrosos; no es un demiurgo cruel que mira a los hombres con la compasión de una hiena. Su cámara está en consonancia con sus personajes, los acompaña adonde sea que ellos quieran ir. En cierta medida, los filma amándolos, respetándolos, pero el que ama sabe que eso no necesariamente significa mimetizarse con el objeto que se ama. La experiencia del otro no necesita convertirse en el punto de vista de la película. El delirio de sus personajes no se replica en la forma en que él los mira. En efecto, Minervini es capaz de hacer algo dificilísimo: filmar la sordidez sin sucumbir a la misma.
En esta ocasión dejó Texas, en donde habían tenido lugar sus películas previas, y viajó hasta al norte de Louisiana, cuyo índice de desempleo es del 60%. A Minervini le interesan los procesos comunitarios que tienen lugar en los márgenes de una sociedad establecida. The Other Side arranca con varios planos sugestivos y enrarecidos: en un bosque varios hombres vestidos de militares van moviéndose como si estuvieran en una misión. Uno de ellos está camuflado como si hubiera salido de las fauces de la madre tierra. Inmediatamente después, aparece en el cuadro un hombre enteramente desnudo que va caminando por la ruta. Por un rato lago, The Other Side se quedará con él, miembro de una comunidad de drogadictos. Tener sexo, fumar, inyectarse, beber son prácticas constantes, pero Minervini encuentra una forma particular de registro por la que sus criaturas dispuestas a deteriorarse en nombre de un placer inmediato, o de una entrega absoluta a un nihilismo instintivo, jamás son juzgadas.
The Other Side, Roberto Minervini, EE.UU-Italia, 2015
La película alcanza un vuelo particular cuando Minervini se encuentra con un ejército paramilitar de derechas que se prepara para una revolución imposible. La convicción de que ese tiempo está por llegar es inversamente proporcional a la decepción y el estancamiento con los que experimentan la sociedad y la cultura en la que viven los miembros de ese ejército. La ingenuidad discursiva castrense es tan ostensible como el delirio que la fundamenta, pero esos hombres que se entrenan para la batalla contra un enemigo impreciso y que quieren restaurar un presunto orden en el que se vivía con valores y tradiciones son rehenes de un sistema socioeconómico en el que la brecha entre quienes tienen y no tienen sigue su camino ascendente. No se trata solamente de pobreza económica sino también simbólica, como se percibe nítidamente cuando Minervini se encuentra con una comunidad de gente mayor cuya actividad predominante es la bebida.
¿Hace falta decir que esto es realmente Estados Unidos de América, o el otro lado del sueño americano?
(Jueves 11, a las 20hs, en el Cineclub La Quimera, Pasaje Escutti y Fructuoso Rivera).
Roger Koza / Copyleft 2016
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