FILMADRID 2016: “LO IMPORTANTE ES QUE EL CINE SIGUE SIENDO UN ARTE QUE EMOCIONA”

FILMADRID 2016: “LO IMPORTANTE ES QUE EL CINE SIGUE SIENDO UN ARTE QUE EMOCIONA”

por - Entrevistas, Festivales
29 May, 2016 04:08 | Sin comentarios

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Entrevista con Nuria Cubas y Fernando Vílchez, los directores de Filmadrid, el joven festival de cine madrileño, que tendrá su segunda edición entre el 2 y el 11 de junio.

Por Carla Maglio

El próximo dos de junio y durante diez días, Filmadrid vuelve a abrir sus puertas con una robusta agenda de proyecciones, actividades académicas y nuevas propuestas que buscan dar cuenta de la diversidad de la escena cinematográfica contemporánea, al mismo tiempo que expandir los límites de lo que “debe ser mostrado en un festival”. Con más de 60 películas de todo el mundo, 33 de ellas en competencia; un curso a cargo del crítico estadounidense Jonathan Rosenbaum; focos dedicados a cineastas de la importancia de Julio Bressane, Pietro Marcello y Boris Lehman, y un homenaje Chantal Akerman -la realizadora belga fallecida en 2015-, Filmadrid, sin duda, representará nuevamente este año un espacio de encuentro ineludible para la cinefilia madrileña y para quienes trabajan en el mundo del cine.

En esta edición, sin embargo, el festival se propone también fortalecer su lazo con la ciudad de Madrid y afianzarse entre un público menos especializado, pero abierto a una mayor amplitud de la oferta cinematográfica. Para ello, ha decidido dar más fuerza a la ya conocida sección Vanguardias Live, a la que ha convocado a los directores españoles Javier Rebollo, Luis Miñarro y Luis López Carrasco y al japonés Takashi Makimo, quienes sacarán el cine a la calle con actividades “en vivo” que cruzarán cine y performance. A la programación en las salas y en las calles, Filmadrid suma, además, este año una exposición en la Sala Neomudéjar y un circuito de paseos urbanos que recorrerán sitios marcados por la historia del cine y por la memoria cinéfila colectiva.

Filmadrid sorprendió en su primera edición de 2015 con una cuidada programación, representativa de la heterogeneidad y complejidad del panorama del cine contemporáneo de todo el planeta. A pocos días una nueva edición del festival que apuesta a seguir explorando y ampliando los márgenes del cine y sus futuros posibles, conversamos con sus directores Nuria Cubas y Fernando Vílchez sobre la idea de cine que anima a Filmadrid, la importancia de la aparición de un festival como este en la escena madrileña y los desafíos que presenta su continuidad (ver programación, in fine).

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Nuria Cubas y Fernando Vilchez

Carla Maglio: – ¿Qué trae de nuevo esta edición de Filmadrid respecto de la primera?

Nuria Cubias: – Para esta edición, traemos varias novedades. Por un lado, el seminario de  Jonathan Rosenbaum que se dictará por las mañanas y que funcionará de algún modo como marco teórico para las proyecciones de la tarde. Esto era algo que ya queríamos hacer el año pasado, pero no pudimos. Tenemos también, durante todo el festival, la exposición en la Sala Neomudéjar del 1° al 12 de junio. Otra novedad es la Ruta Cinéfila.  

Fernando Vílchez: – Sí, lo que queremos en esta edición es reforzar nuestro vínculo con la ciudad. Cruzar el umbral de la sola proyección de películas para que quede muy claro que este festival ocurre en Madrid, que somos de Madrid. Esta ruta cinéfila, por ejemplo, propone el recorrido de algunos rincones del centro de la ciudad vinculados a la historia del cine. Queremos conocer más del cine que se ha hecho en Madrid, de la mano, quizá, de invitados que puedan evocar y traer al presente algo de esa historia: “En esta esquina se filmó tal plano memorable”; “En esta otra esquina ocurre aquella escena que muchos no olvidamos”. Una caminata, un paseo por títulos, nombres, rastros que la ciudad misma ha dejado inscriptos en la historia del cine. Por otra parte, en el mismo sentido de reforzar la presencia del cine y de Filmadrid en la ciudad, la sección Vanguardias Live, que ya habíamos presentado el año pasado con tres cineastas invitados, este año traerá a cuatro realizadores.

CM: -Se escucha en Madrid el reclamo, verdad que a veces un poco sordo, de falta de espacios para el cine contemporáneo, de que hay más ganas de ver ciertos cines que no siempre llegan a la ciudad. ¿Cómo ven ustedes el aporte de Filmadrid a esta demanda de la cinefilia y del público en general?

NC: – De hecho lo que nos impulsó el año pasado a crear este festival ha sido, entre otras cosas, esto. Este deseo de ver, de traer y de compartir películas que aquí no estaban llegando de ningún modo forma parte del espíritu fundacional de Filmadrid. Hay muchos festivales, hay ciclos que se hacen durante todo el año, sin embargo sigue habiendo una gran cantidad de películas que, por alguna razón, no llegan, y hablo de películas que son fundamentales y que en otras ciudades, otras capitales, se ponen con mucha más facilidad. Yo creo que Filmadrid, en este sentido, aporta y suma a otras iniciativas que ya existían, pero, por cierto, además estamos trayendo películas que de otra manera no habrían llegado.

CM: – ¿Dirían que es esto lo que define el espíritu de Filmadrid o hay otras cosas que también definen al festival?

NC: -Lo que define al Filmadrid es la apertura: la apertura geográfica; la apertura en cuanto a metrajes; la apertura, incluso, en cuanto a formatos. Poder hacer proyecciones en otros espacios, distintos de la sala de cine, aunque la sala sea muy importante; considerar que las piezas dentro de una exposición también forman parte del cine; que lo que se puede hacer en Vanguardias Live, por ejemplo, uniendo lo específicamente cinematográfico con otras actividades en directo también forma parte de lo que es la experiencia del cine.

FV: – Sí, estoy de acuerdo con todo lo que ha dicho Nuria. Se trata de abrir los límites de lo que entendemos como cine, de lo que se entiende que un festival debe mostrar. Todas esas aperturas son por algo. No es porque nos entusiasme per se que un corto compita con un largo, sino porque entendemos al cine como una obra -un medio- en expansión. ¿Cuánto camino tiene el cine por recorrer, si comparamos lo breve aún de su historia con respecto a las historias del resto de las artes? Todos estos tanteos, todas estas limitaciones que intentamos superar apuntan a eso, a cómo el cine puede evolucionar en todos los aspectos: en lo formal, lo temático, lo geográfico. En una ciudad en la que, durante décadas, se nos ha limitado un poco al enfoque de los géneros, queremos contribuir a abrir ese espacio, a hacerlo explotar y a romper las barreras. Lo importante es entender que, de muchas maneras muy diversas, con muchos nuevos y viejos medios, el cine sigue siendo un arte que emociona.

No Home Movie (Chantal Akerman)

CM: – Este año, en su segunda edición, Filmadrid vuelve a destacarse con una programación diversa y de calidad, a la que suma la creación de nuevas propuestas y enfoques; desde este punto de vista, se puede decir que el festival no solo se ha afirmado, sino que incluso crece. ¿La cuestión de la permanencia, de la sostenibilidad, sigue siendo un desafío o creen que está garantizada?

NC y FV (Risas): – Complicado, complicado…

NC: – Estamos sudando tinta.

FV: – Creo que Madrid es una ciudad extremadamente difícil para que proyectos culturales como Filmadrid tengan la vida garantizada. En el primer año, lo entendimos porque nadie nos conocía, podían preguntarse quiénes éramos, a qué apuntábamos. Pero en el segundo año sigue siendo complicado. Y no solo a nivel de las instituciones públicas, tampoco abundan los apoyos privados, excepto casos muy puntuales de empresas que generosamente nos abren la puerta. Cada apoyo es como caído del cielo para nosotros. Quizá, en otras ciudades, en otras regiones, no es tan así; quizá, haya más facilidades; sean menos recelosos de las propuestas culturales… Nuestra meta es conseguir que el festival se sostenga y con un buen funcionamiento. Creemos que la clave para esto reside en dos cuestiones: por un lado, que con cada edición, el festival funcione mejor como organización, se supere, que haya menos errores, menos cosas que corregir; por otro lado, que todas estas nuevas propuestas, que crecen en ambición, sirvan para algo, para acercar el cine al público, vincular al cine con la ciudad… Pero que sirvan, si no, son tanteos que no se sostienen.

CM: – ¿Por qué recomiendan este año a cercarse a Filmadrid?

NC: – Pues, porque realmente es una oportunidad para ver un montón de películas que no vas a tener otra ocasión de ver. Filmadrid ofrece experiencias diferentes y también ofrece, sobre todo, películas superbuenas. Cuando hablo con amigas que no son cinéfilas se sorprenden porque no es el tipo de cine al que se suelen acercar. Son diez días y es una gran oportunidad para ver muchas películas buenísimas que, en otras circunstancias, no se van a ver.

FV: – Amén.

Carla Maglio / Copyleft 2016