FRANCESCO ROSI (1922-2015)
Por Jorge García
Con mucho menos despliegue que el que se le proporcionara a Anita Ekberg, también llegó la noticia del fallecimiento del realizador italiano Francesco Rosi. Nacido en Nápoles, tuvo varios oficios antes de ingresar en el cine, nada menos que como ayudante de dirección de Luchino Visconti en La terra trema. Con El desafío, ganó el premio a la mejor ópera prima en el festival de Venecia y a partir de allí desarrolló una obra marcadamente despareja en la que aparecen títulos de gran valor, como Salvatore Giuliano, crónica sobre el famoso bandolero siciliano que anticipa la cruza entre documental y ficción de muchos títulos posteriores, Saqueo a la ciudad, potente denuncia sobre la corrupción en la construcción de viviendas, Uomini contro, un virulento alegato antimilitarista, El caso Mattei, minuciosa reconstrucción de los últimos días del magnate petrolero y Cadáveres excelentes en el que la misteriosa muerte de varios jueces le permite cuestionar no solo las políticas de la derecha en su país, sino también la del Partido Comunista. Estos films, austeros y rigurosos, se diferenciaban claramente de otras variantes del cine italiano de denuncia, como las representadas por Damiano Damiani y Elio Petri y también Rosi se mostró como un excelente director de actores, logrando de varios de ellos (Rod Steiger, Gian María Volonté, Alain Cuny, Lino Ventura), algunos de los mejores trabajos de sus respectivas carreras. También hay que decir que hay en su filmografía varias obras poco logradas, como El momento de la verdad, sobre el mundo del toreo, Erase una vez…fallida incursión en la novela romántica, Lucky Luciano, superficial retrato del mafioso italiano o Crónica de una muerte anunciada en la que no consigue aproximarse al mundo de Gabriel García Márquez. Pero los mejores films de Francesco Rosi lo convierten en una figura valiosa del cine italiano del siglo XX.
Jorge García / Copyleft 2015
Son siempre interesatnes estas reseñas de Jorge García, pero en este caso me llama un poco la atención que no mencione dos de las (para mí) mejores películas de Rosi: TRES HERMANOS, que estuvo nominada al Oscar en 1981, y sobre todo CRISTO SE DETUVO EN EBOLI, con uno de los mejores trabajos de Volonté, prohibida en la Argentina durante la dictadura y estrenada comercialmente recién en 1989.
No las mencioné porque estaba seguro que iban a crear polémica (y no era el objetivo de esta reseña), ya que son dos películas que cuentan con muchos adeptos y a mi no me esntusiasman para nada. No me parecen descartables pero creo que están sobrevaloradas.
No me parece muy justo eso de echar una mirada a la trayectoria de un director fallecido sin mencionar las películas que no te entusiasmaron. Por otra parte, sin intención de crear polémica, me permito disentir, no tanto con TRES HERMANOS (que debería rever) sino con CRISTO SE DETUVO EN ÉBOLI. Veo algo del cine de los Taviani y de Olmi en esta película en la que la soledad del exilio y el retrato de un pueblo perdido en el tiempo están, me parece, plasmados con autenticidad y sensibilidad. Dejo el link con las apreciaciones que hizo Fernando M. Peña (con las que coincido), al presentarla en Filmoteca: https://www.youtube.com/watch?v=OMpdl4TeZ4g
Saludos y gracias por contestar.
Y a mi no me parece muy justo que digas que en la reseña hablo solo de los films que me entusiasmaron cuando menciono cuatro que no me gustaron.
Sigo sin entender por qué no mencionar, e incluso criticar, dos películas que fueron importantes (por los premios, por la repercusión internacional que tuvieron) en la trayectoria de un realizador fallecido ¿Por qué no recordarle a los lectores que Rosi hizo, también, esas dos películas?
Tampoco entiendo por qué le molestó mi comentario. Elogié sus reseñas y le agradecí su respuesta, sólo me permití disentir.
Noto a veces en algunos críticos predisposición para recibir comentarios de colegas amigos, a quienes agradecen y responden con simpatía, y resistencia o indiferencia ante los comentarios dejados por lectores a quienes no conocen.
Sos un grande, Jorge. Ves el cine teniendo el concepto de puesta en escena clarito como nadie. Hace poco volví a ver luego de muchos años (tengo 37, tenía 15 cuando la vi por primera vez en TNT) «Un gran día en la mañana» de Tourneur. Ese es el cine, lo de ahora es otra cosa. Además, es muy simple: si en una misma época y cinematografía trabajaban juntos John Ford, Alfred Hitchcock y Howard Hawks, ya está. Ese momento, ese cine, nunca va a ser igualado, ni siquiera se estará un poco cerca de eso. Un saludo de un gran admirador.