HERZOG POR HERZOG: ENTREVISTAS Y EDICIÓN DE PAUL CRONIN

HERZOG POR HERZOG: ENTREVISTAS Y EDICIÓN DE PAUL CRONIN

por - Libros
13 Nov, 2014 10:04 | Sin comentarios
Libro extraordinario; un cineasta extraordinario.

tapa_221EL NÓMADE INVENCIBLE

Por Roger Koza

El secreto del cine de Werner Herzog está en los pies. ¿Quién iba a imaginarlo? Ni en los ojos, ni en los oídos, ni siquiera en una posible y lógica relación de filiación respecto del romanticismo alemán. Todo empieza con un travelling físico: caminar es mirar o filmar por otros medios. He aquí una de las revelaciones sesgadas de este libro fascinante que funciona como un contracampo coherente y holístico de una obra monumental. En la tradición de caminantes como Robert Walser y Bruce Chatwin (ambos citados en los diálogos), Herzog dice: “Mientras camino ingreso en el mundo de los sueños, floto entre fantasías y protagonizo historias increíbles. Literalmente, cruzo novelas, películas y partidos de fútbol caminando”. La lectura llevará a reconocer que la poética de Herzog está cifrada en esa acción elemental, una “forma de moverse a través de los propios paisajes interiores”. Por cierto, uno de los momentos más emocionantes del libro es el pasaje en el que Herzog cuenta su travesía a pie de Múnich a París para ver a la gran Lotte Eisner a punto de morir.

A diferencia del reciente libro, tan imprescindible como éste, publicado por la editorial El cuenco de plata, Bresson por Bresson, las entrevistas que articulan Herzog por Herzog tienen a un solo interlocutor: Paul Cronin, quien entre enero y febrero de 2001 mantuvo varias conversaciones con el director de Fitzcarraldo. Lo que comparte con el libro mencionado es una organización cronológica de los diálogos que siguen la evolución en el tiempo de la obra del director. En nueve capítulos se discuten 44 películas del director, y en ciertos pasajes se alude a su experiencia como director de ópera y a sus libros. Herzog, que relaciona la dirección con el atletismo y cree que el cine es una actividad iletrada, no sólo ha sido un autodidacta como cineasta: sin saber leer música dirigió varias óperas. En verdad, hay en Herzog un distanciamiento visceral respecto del inmaculado mundo de las artes y de cierto academicismo anémico que pueden traicionar el vitalismo que él encuentra en el corazón del cine. Su predilección por personajes periféricos a lo largo de su filmografía tiene que ver con eso: sus enanos, ciegos, esquizofrénicos, conquistadores, sobrevivientes y excéntricos constituyen un ejército móvil de experiencia no codificada por la civilización. En efecto, se trata tanto de dar con las zonas limítrofes del lenguaje como también de hallar imágenes que restablezcan la potencia del mundo. Afirma: “Las imágenes que hoy nos rodean están gastadas”.

Es apasionante leer el making off de todas sus películas: las anécdotas, la relación con los directores de fotografía, la forma de dirigir a sus actores, incluidos aquellos que actuaron en estado hipnótico, edifican y expanden la comprensión del cine y de su cine. Como es de esperar, su relación con Klaus Kinski ocupa un espacio importante, instante en el que se destruyen mitos y se aprenden cosas nuevas, como por ejemplo el modo de entrar en cuadro de Kinski, la famosa “espiral Kinski”. Un pasaje clave para los cineastas es aquel en el que Herzog habla sobre su forma de trabajar con su montajista Beate Mainka-Jellinghaus. Por otra parte, la comprensión de Herzog del sonido, la música y el espacio es magnífica, lo que permite redimensionar filmes como Fata Morgana, Fitzcarraldo u otros que quedaron afuera del libro por razones cronológicas, como La salvaje lejanía azul. Herzog precisa: “Me gusta dirigir paisajes tanto como me gusta dirigir actores y animales. Cuando digo esto la gente piensa que bromeo, pero es verdad. A menudo intento introducir una cierta atmósfera en un paisaje, utilizando el sonido y la visión para otorgarle un carácter definido. La mayoría de los directores se limitan a explorar los paisajes como telón de fondo de lo que ocurre en primer plano”.

Controversial y singular, Herzog, que nunca se vio como un miembro medular del Nuevo Cine Alemán y que tampoco se sintió cómodo con el espíritu revolucionario de la década de 1960, expone aquí una visión del mundo que siempre se ha traducido en la puesta en escena de sus películas. Su anarquismo vitalista y su curiosidad infinita tienen aquí como aliada a la palabra. Tanto leyéndolo como viendo sus películas se recorren los confines de la Tierra y la psiquis de nuestra especie a través de una mirada que bien podría ser la de un alienígena tan lúcido como piadoso. Nuestros ojos y oídos pocas veces pueden caminar con tanta seguridad y elegancia.

Herzog por Herzog: Entrevistas y edición de Paul Cronin. Editorial El Cuenco de Plata. 318 páginas

Esta reseña fue publicada en otra versión por la revista Ciudad X en el mes de noviembre de 2014. 

Aquí se puede ver otra reseña que hice del libro en El cinematógrafo. 

Roger Koza / Copyleft 2014