IMPARABLE / UNSTOPPABLE
**** Obra maestra ***Hay que verla **Válida de ver * Tiene un rasgo redimible ° Sin valor
Por Roger Koza
VÉRTIGO AUTOMÁTICO
Imparable / Unstoppable, EE.UU., 2010.
Dirigida por Tony Scott. Escrita por Mark Bomback.
**Válida de ver
Tony Scott, un director mucho más interesante que su consagrado hermano Ridley, vuelve con un thriller intenso, con una gran hora inicial y grandes momentos cinematográficos, aunque no está a la altura de su última gran película: Déjà vu
Hace un tiempo fue un barco (Déjà vu), después un subte (Escape del metro 123), y ahora se trata de un tren sin conductor, cargado con material tóxico, y en dirección a una ciudad densamente poblada. No hay duda: el movimiento caracteriza el cine (de autor) de acción del británico Tony Scott.
Basada en un hecho real ocurrido en Ohio en el año de la gran catástrofe de las Torres Gemelas, Scott y su guionista Mark Bomback retoman en un tiempo histórico impreciso la proeza de dos trabajadores ferroviarios, uno a punto de retirarse (involuntariamente), el otro recién contratado, que, tras desobedecer las órdenes de un alto funcionario de la empresa, pudieron detener un tren devenido en misil. Will y Frank canalizan un imaginario cívico conocido fuera y dentro del cine: el héroe americano, ese hombre común capaz de hacer lo correcto más allá de la adversidad y la conveniencia.
Debido a que el final ya se conoce de antemano, el dilema del filme pasa por ilustrar cómo sucedió. En ese sentido, Scott demuestra jerarquía: la posible colisión entre un tren en el que viajan niños y el tren protagónico es un ejemplo perfecto de cómo trabajar el montaje cruzado en función de producir inquietud. El zoom imperceptible, las panorámicas sobre Pensilvania, los planos circulares para seguir las conversaciones de Will y Frank en la locomotora hacen que el filme jamás descarrile.
Las debilidades de Imparable residen en su humanismo ramplón, que se expresa en sus personajes, más estereotipos que sujetos de carne y hueso, y en su política inconsciente: los despidos y la mezquindad de los ejecutivos permanecen en un fondo impreciso, y en un epílogo tan ridículo como festivo los héroes obtendrán una (sospechosa) recompensa, aunque el ferroviario responsable del accidente, se nos informa, tendrá su debido castigo: trabajar en un local de comidas rápidas, un tren en el que viajan miles de trabajadores sin empleo.
Esta crítica fue publicada por el diario La voz del interior durante el mes de enero 2011.
Roger Koza / Copyleft 2011
No quiero ser pesado, pero ¿qué importa si algunos lo consideran un autor? ¿la película va a ser mejor o peor? Personalmente, Tony me parece lamentable. Representa la invasión de la publicidad y el videoclip (bueno, supongo q los videoclips son publicidades) en el cine, donde la importancia de la forma es eso que nombras: movimientos circulares, cambios de foco, planos inclinados, etc. Más o menos como Adrian Lyne. Las películas de Tony son reconocibles desde la secuencia de títulos. Y ahí mismo puedo cambiar de canal.
Coincido con Pancho. No vi «Deja vu» pero «Imparable» me parece un film del montón, de esos que uno pasaría por alto haciendo zapping, inflado con todos los clisés publicitarios habituales en Scott ¿O alguien puede explicarme por qué la cámara gira descontrolada al final, cuando ya no hay tren ni suspenso que justifique esa meneo gratuito?
El entusiasmo de cierta crítica con Scott y con Michael Mann sigue siendo un misterio para mí.
Pancho y Fernando:
T. Scott: yo detesto profundamente Hombre en llamas y un poco menos Tony, pero Dèjá vu me parece una película más que atendible: sus primeros diez minutos son excelentes (no muy lejos del inicio Tsunami del último film de Eastwood), sus citas cinéfilas son pertinentes y sus especulaciones filosóficas interesantes, además de plantear el poder de la imágenes sobre nosotros. Imparable es menor, y no estoy entre quienes la defienden ciegamente. Sin embargo, creo que el primer cuarto de hora es sólido y las escenas desde y del tren son magníficas en el género.
Con Michael Mann la cosa ya es distinta. Creo que es un director mucho más interesante de lo que se cree. Me interesa en especial desde Colateral, aunque su obra precedente no me resulta menor, aunque formalmente, desde el film con Cruise en el protagónico, sus películas ha crecido ostensiblemente. En el registro digital, su aporte es destacable. Escribí en el blog un breve ensayo sobre su cine. Aquí se puede leer.
Saludos.
RK
Recuerdo cuando leí que El Amante se preguntaba «Tony Scott: ¿autor?» o algo así, y pensé: «si, como Pocho La Pantera». No recuerdo el comienzo de Deja vu pero seguro que debe ser con toda la furia. Pero la resolución! mamma mía! Yo rescato Domino y la de Tarantino. Cuando era adolescente flashié con El Ansia. Me avergüenza decirlo. Es grasísima.
Y Mann si me gusta. Tanto Mann (respecto a planos, digamos, de pantalla dividida) como Ridley Scott han nombrado a Hopper como influencia.
saludos
Antes que El amante, en Cinemascope, la revista con base canadiense aunque literalmente se trata de una revista de críticos de múltimples nacionalidades, Peranson y otros insistieron con la idea de Scott como autor. Dèjá vu fue considerada como un film que releía a Vértigo, entre otras cosas, y la asociación entre las dos películas no es descabellada. La resolución de un film, por otra parte, no define el valor de un film. Debería ver El ansía con otros ojos, y me temo que debes tener razón. No obstante, lo interesante de Scott reside en los dos films recientes, a mi juicio. Saludos. RK
entiendo las buenas razones que das roger, pero a mi deja vu me pareció un fil muy sobrevalorado y hombre en llamas, bueno..que decir de esa bazofia. Indudablemente se me nubla la vía vértigo que la debe haber pero terminé de certificar mi rechazo hacia tony con pelham 1,2,3. creo que cuando la pega es por pura casualidad
Marcos: es una hipótesis atendible: que es pura casualidad. RK