LA POLÍTICA DE LOS AUTORES (EN UN FESTIVAL)
Como muchas ideas en la historia de la cultura, el concepto de autor tuvo su esplendor, luego su desprestigio y, ahora, un inesperado renacimiento. Algunos conceptos también se naturalizan y alcanzan tal grado de aceptación acrítica que no pueden conjurar un ineludible destino trivial. En nuestro tiempo existe cocina, mueblería, indumentaria de autor; en breve tendremos taxi y astrología de autor. El autor parece ser una potencia subjetiva irrebatible que le imprime personalidad a cualquier nimiedad que surge de la nada. ¿Quién puede desestimar la magia del Yo y su singularidad inimitable?
En el cine, la figura del autor nació con la revista Cahiers du Cinéma hace más de 60 años. Se hablaba de la “política de los autores”. Como se sabe, debido a las polémicas de aquel tiempo, Godard insistió en que más importante era la política que el autor.
Un autor cinematográfico es aquel que concibe en la puesta en escena una idea del cine y del mundo. Un ejemplo inmediato: quien conozca la obra de Terence Davies verá de inmediato en A Quiet Passion algunas cuestiones temáticas y formales que se repiten en toda su obra, y que aquí vuelven a tener lugar. A Davies le interesa siempre hallar una forma que exprese el paso del tiempo, como también la relación que existe entre la Historia y su historia. El magnífico uso del morphing combinado con un pausado travelling hacia delante para denotar el cambio temporal en el rostro de los personajes es una decisión formal que puede rastrearse hasta el inicio de su obra. Lo mismo sucede con la magistral indicación, a través de un par de fotos fijas de la Guerra de Secesión, del contexto en el que se desarrolla la vida de Emily Dickinson.
Desde su inicio, Ficunam priorizó el concepto de autor a través de sus retrospectivas. Han sido muchas y variadas. Cuando exhibimos la obra completa de Pelechian u Omirbayev, o cuando se prodigaron retrospectivas de Khamraev, Khustiev o Fontán, entre otros, se pensó en ese viejo concepto compuesto acuñado por los Cahiers, lo que implica también reconocer una tradición cinéfila en la propuesta general del festival.
He aquí una política de programación. Se trata de insistir en un concepto para también discutir qué es un autor en nuestro tiempo. Pero no basta con eso. Un autor puede ser Jodorowsky, Dolan, Kim Ki duk, von Trier, pero lo que define nuestro apoyo es la política del autor en cuestión. Política de la forma y asimismo una forma de política. Ahí se juega otra lectura, más incómoda y acaso combativa.
* Fotogramas: Terence Davies (encabezado); Una serena pasión
Roger Koza / Copyleft 2017
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