LAS AUSENCIAS

LAS AUSENCIAS

por - Críticas
03 Mar, 2024 09:39 | Sin comentarios
Un autorretrato paradójico: Juan José Gorasurreta está presente, pero tiende a ser otro ausente, o en todo caso un personaje al servicio del cine y sus efectos sobre quien lo abraza sin condiciones.

VIDA DE UN CINÉFILO

La empresa era riesgosa. Hacer una película sobre la propia vida puede ser necesario para el que ha tomado la decisión, pero nunca se sabe si lo que se ha vivido con intensidad y lo que se ha hecho con dedicación puede suscitar el interés de los desconocidos. Primer misterio de este film hermoso: este autorretrato neutraliza de inmediato la exposición narcisista. ¿De qué modo? El método consiste en usarse como demostración empírica de lo que el cine puede hacer con quien esté dispuesto a realizar una experiencia total con él. El cineasta avisa sin titubear en el inicio: todo lo que viene será una exposición de cómo el cine ha modificado la experiencia sensible del cineasta, incluso su relación con los acontecimientos históricos, que tampoco son ajenos al cine. 

Juan José Gorasurreta nació el 26 de junio de 1948 en Moreno. Parte de su vida transcurrió en Santa Fe, otra en Córdoba. En 1985, viajó por Latinoamérica. También estuvo en Alemania. Pero el país que más visitó y del cual es un indiscutible ciudadano ilustre es el cine. Gorasurreta intuyó temprano que ese arte propio del siglo XX podía ser una ascesis, una forma de modularse. Al inicio, en un breve reportaje a Daniel Schmid, el entrevistado sintetiza en palabras lo que Las ausencias habrá de labrar con sus planos delicados: el cine nos define, nos ayuda a conocer y a conocernos. A través de los otros de la pantalla, se aprende de sí. En efecto, la cámara descubre el mundo, la vida de los otros, la relación con las cosas, la interacción con los animales y el mundo de la naturaleza. El cine como una tecnología del yo.

Las ausencias es un collage y su estructura narrativa sigue tenuemente una línea recta. Que Gorasurreta tenga en su haber un insustituible retrato cinematógrafo del poeta entrerriano Juan L. Ortiz no es solamente un sentido homenaje al más grande de nuestros poetas. En algunas escenas de La intemperie sin fin ya puede constatarse el intento de que un plano se mimetice con un verso. La historia del propio Gorasurreta se delinea por memorias que se expresan como en un poema que prioriza una sensación en vez de un enunciado, la rima en lugar del silogismo. Como enseñó Jean-Luc Godard, citado en algunas ocasiones, la memoria del cine y la del mundo (y la del cinéfilo) se ligan como un todo indefinido en el alma del cineasta. Es quien es porque las propias películas lo auxiliaron a entender. Una línea dicha por Luis Brandoni en Gente de Buenos Aires podría haber sido dicha por el retratado. En una noche agosto de Irina Poplaskaia o en La fe del volcán de Ana Poliak, se citan como quien recuerda una experiencia política de la juventud o un episodio de la infancia.

Pero ¿quién es Gorasurreta? Quienes amamos al cine en la ciudad y la provincia de Córdoba lo reconocemos como nuestro maestro. En 1981, fundó el mítico cineclub La Quimera (hecho maravilloso: aún en funciones). Nada más saber que el primer ciclo fue sobre Alexander Kluge resulta revelador de la radicalidad de la propuesta. A través de las décadas, eso que Gorasurreta hizo consigo mismo a través del cine, lo transmitió a otros para que se sumaran a la aventura de socializar una pasión. La cinefilia de Gorasurreta es de estirpe: el cine es para todos, saber sobre su pasado es decisivo, ver el presente también, y la libertad no se negocia. Un buen ejemplo de esto último fue cuando ya en plena democracia peleó contra las autoridades de la universidad por la prohibición de exhibir El imperio de los sentidos, de Nagisa Oshima, cuando el encomendaron la reapertura del Cineclub Universitario. 

Hay en Las ausencias un motivo que se repite: los viajes en tren. Alguna vez un familiar lejano (e imaginario) de Gorasurreta dijo: “Los planos son el traqueteo de los vagones”. La metáfora de Serge Daney glosa un secreto del cine, y supone que toda película es un viaje y viceversa. El viaje de Los ausentes es al corazón de alguien que vivió en, por y para el cine. Si parece una aseveración desproporcionada, bastan los minutos finales; una secuencia puede disuadir a un desesperado que está a punto de hacer un pacto con la nada a persistir entre los vivos. El cine salva.

Las ausencias, Argentina, 2023

Escrita y dirigida por Juan José Gorasurreta.

*Publicada en La Voz del Interior en otra versión en el mes de marzo.

Roger Koza / Copyleft 2024

CRÍTICAS 2024

El color púrpura (leer acá)

Zona de interés (leer acá)

Los que se quedan (leer acá)

Sleep: el mal no duerme (leer acá)

Los colonos (leer acá)

La sociedad de la nieve (leer acá)

El niño y la garza (02) (leer acá)

Anatomía de una caída (leer acá)

Adentro mío estoy bailando (leer acá)

El niño y la garza (leer acá)