LAS HIERBAS SALVAJES
**** Obra maestra ***Hay que verla **Válida de ver * Tiene un rasgo redimible ° Sin valor
Por Roger Alan Koza
LOS VUELOS DE UN OCTOGENARIO
Las hierbas salvajes / Les herbes folles, Francia, 2009
Dirigida porAlain Resnais. Escrita por Alex Réval y Laurent Herbiet.
****Obra maestra
Una de las grandes películas del año, cuya ligereza puede confundir a más de uno y no percibir, por lo tanto, una obra compleja, libre y absolutamente genial.
La vejez es un estadio en el que un artista puede alcanzar una libertad soberana. A sus 87 años, Resnais demuestra por qué, hace más de medio siglo, es un cineasta fundamental. Moderno, lúdico, declaradamente formalista, y un surrealista anacrónico, Resnais, que ya está preparando su próxima película, puede en Las hierbas salvajes transitar magistralmente la comedia romántica, el thriller, el drama y hasta insinuar un musical, siempre con una fluidez admirable.
El origen literario de Las hierbas salvajes (está basada en la novela El incidente, de Christian Gailly) sólo podrá asociarse a una voz en off capaz de describir sin exactitud lo que sucede en la película como también de interpretar los pensamientos de los protagonistas. El resto del filme es puro cine. Así, el plano inicial, literariamente inconcebible, es un misterioso travelling hacia adelante. La cámara se dirige hacia un agujero en una construcción abandonada. Luego, sobrevolará a ras del suelo la hierba salvaje que crece en el pavimento. Es una metáfora del encuentro azaroso entre dos sujetos y un amor cuyo destino más certero podría ser el fracaso. Pero no aquí, pues en el cine, o más bien a la salida, “nada nos sorprende. Todo es posible”.
El robo de una cartera y la devolución de una billetera serán los lazos materiales que unirán a Marguerite y a Georges. Ella, dentista y soltera; él, casado con hijos, y quizás un sobreviviente de alguna crisis devastadora, al menos a juzgar por su conducta por momentos delirante. Estos cincuentones poseen una pasión en común: la aviación. Poco importa si el romance prosperará, pues en este retrato del amour fou la asociación libre es la regla, lo que importa es volar. La cartera vuela, la cámara también, y el vuelo concreto del desenlace llevará a una resolución narrativa que parece un koan del Zen.
Si Corazones era secretamente un filme sobre la nieve, Las hierbas salvajes es oblicuamente un tratado sobre el color. Las luces de neón de una sala de cine, un momento sublime y cinéfilo, son imborrables. El resto es puro Resnais: hacer visible cómo funciona nuestro órgano pensante. Sus planos son materializaciones perfectas de cómo pensamos.
Esta crítica fue publicada en el mes de agosto 2010 por La voz del interior.
Roger Alan Koza / Copyleft 2010
¿En serio te parece una «obra maestra»???????? A mi, con todo el respeto que me merece Resnais (pocas veces disfrute tanto una película como Hiroshima Mon Amour), esta película me parece un bodrio absoluto donde todas las buenas ideas que pudo tener se le amontonan de manera ridícula más que surrealista.
La relación entre los viejos es inverosimil: en realidad, ni ellos mismos saben lo que quieren (Resnais, menos). La relación entre el viejo y su joven mujer es más inverosimil aún (¿son swingers, a la mujer le gusta ser cornuda, es una cornuda resignada…) y encima cuando la mete en el triángulo a la otra dentista que la chapa en medio de la puerta de su casa mientras las otras dos lo esperan adentro (ah????) pasa a ser una mamarrachada total: pues ninguna de las relaciones se resuleve de ninguna manera y la subjetividad (erotismo, sensualidad, obsesiones) que pueden despertar quedan tan agarradas de los pelos que ni vale la pena pensar en eso.
Luego, el diseño de arte: todo bien con las luces de neón, el guiño a los 60 y 70 en el cine, peroooooo, esa dentista pop, new age, zen, cincuentona, que maneja aviones de la segunda guerra mundial que pito toca… es una parodia??? y si lo es, de qué??? (mmm ¿del posmodernismo por ejemplo usando un término que a privadeira le encanta?): la película jamás lo responde, al contrario, sigue amontonando situaciones bizarras que no conducen a ninguna parte (la parte en que los aviadores le cantan por ejemplo: ¿es una comedia este bodrio, una tragicomedia, un melodrama, una resaca de la nouvelle vague? Sólo resnais lo sabe y eso si tomo la pastilla indicada). ni que hablar de la parte en que los policías van a interrogar al viejo en tono de comedia chaplinesca.
Y el final: todos juntos yendo a volar en el avioncito y la parte de la bragueta y el final-no final como caricatura de los looney tunes???????: NADA: no sólo que no dice nada si no que no cierra nada en el argumento y la película termina chocando contra su propia inoperancia narrativa: el comienzo promete mucho con esa cartera perdida, un viejo obsesivo alarmante, la edad de los protagonistas yyyyyyyyyyyyy, TERMINA CON UNA BRAGUETA QUE NO SE PUEDE CERRAR PREVIO A VOLAR EN UN SPOTFIRE DE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL MIENTRAS LA MUJER Y LA AMANTE DENTISTA ESPERAN ABAJO???????
Sé que hay vacas sagradas del cine y ésta es una y a mucha honrra porque ha sido un grande, pero a diferencia de lo que pensás Roger, para mí, sus 87 años lo han puesto senil y en el punto justo para que se retire del cine (especialmente si éste va a ser el tipo de cine que quiere filmar).
Abrazo
Sí, Gustavo, así me parece. Un alumno de un curso que doy dio argumentos parecidos a los tuyos, y concluyó que se trataba de la obra de un genio perdido en su senectud irracional. Más críptico, pero en la misma línea, Jim Hoberman defenestró el film de Resnais. Ni bien pueda te respondo punto por punto. Saludos. RK
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Agrego una pequeña anécdota para ilustrar, lo maravilloso de ésta película y uno de los motivos quizás por las cuales se la discute: cuando terminó la película me quedé dando vueltas por el hall hablando con los amigos que trabajan en el cine. En un momento dos hombres mayores se acercan a la boletería y uno le espeta a uno de los encargados «por qué pasan estas cosas? esta película es mala e incomprensible». Inmediatamente salta el otro viejo (y amigo del primero) con una sentencia que nos dejó callados y pensando por largo rato «Si no entendiste ésta película, no entendiste el amor».
Muy buena la reseña. Saludos.
¿Entonces, para «entender» (¿qué significa entender una película: ah sí, citar a un viejo sirupítico a la salida del cine que quiere marcar distinción conrespecto a otro viejo amigo con una frase absolutamente trillada que tranquilamente se la puede aplicar a «titanic» o al final de «casi ángeles» de cris morena) este bodrio, hay que entender el amor…?
mmmmmmmm
Sigo entendiendo al amor como lo hacía el «finger-less» de la enorme «Grito de piedra» de Werner Herzog; no como este mamarracho que termina con una bragueta abierta de un cincuentón patético que pinta una casa de celeste y que no se la sabe cerrar.
A ver, NO JODAMOS: la discusión por la película pasa por un simple detalle: ALAIN RESNAIS!!!: un genio y figura fundamental del cine. Si a esta película la hubiera filmado un don nadie, o mejor aún, fuera la ópera prima de alguien… es decir, si el nombre Resnais no estuviera detrás de esta película, TODOS LA HUBIERAN CONCEBIDO COMO UN BODRIO MÁS QUE OLVIDABLE Y DE HECHO, NI SIQUIERA ESTARÍA EN ESTE BLOG.
El problema está en Resnais y que este bodrio, dista mucho de la calidad de algo como Horishima Mon Amour y no en la película en sí.
Saludos
Roger
Hola, soy mas partidiario del bando de Gustavo Gros (pero no del cinismo de sus palabras) de considerar que la última entrega de Resnais no está ni cerca de ser una obra maestra. Poco importa mi calificativo. Me parece una película demasido sospechosa en muchos pasajes (muchos de los cuales señala Gustavo). Creo que narrativamente tiene mucho por ser cuestionada, en cambio, formalmente me parece incuestionable por el desmesurado virtusiosismo de Resnais y su deliberada libertad. Me parece que la formas y su contenido no van de la mano. Lo cual es mi primer indicio de descalificar tu (válido) entusiasmo con Resnais (ojo, me encanta Resnais).
Hay secuencias inverosímiles (El papel de la esposa de georges como señalaba Gustavo, o del policía bonachón).
Pero quizá lo que mas me hace ruido la película es el lugar comoditicio burgués que festeja resnais. No hay ningún temor en sus vidas (ni siquiera una infidelidad). Vos decías alguna ves que un cineasta puede filmar desde su posición social al que pertenece (pongamos un ejemplo: Campusano y Matías Piñeiro, que son autores que filman desde posiciones sociales y culturales algo distantes) y puede ser válida su mirada, pero que pasa cuando un humano como Resnais que filmó el mayor horror de la humanidad honestamente, filma a unos burgueses acomodados felices (ver cuando la hija de georges y su marido pasan un día felíz en una casa tan hermosa y perfecta como esa historia hermosa y perfecta) viviendo despreocupadamente donde todo es color de rosa…. y neón? Saludos
Yo creo que la calificación obra maestra no le queda para nada grande a esta pelicula, la vi hace unos meses cuando se estrenó, y desde entonces no he dejado de pensar que ha sido la gran película del año, es una de las peliculas muy libre y me parece que no es para nada una pelicula conservadora ni burguesa, todo lo contraria creo que puede vislumbrarse una idea anarquista en esta gran obra. Esto se ve reflejado por una parte, en la permanente socarronería hacia dos instituciones de control social, esto es la familia y la policía. Uno de los hechos mas felices del año fue para mi ver Las hierbas Salvajes.
Yo respeto que a alguien pueda no haberle gustado la pelicula, pero me parece irrespetuoso que se
piense que quienes amamos esa pelicula solamente la veneramos por que fue hecha por una «vaca sagrada», yo no «estoy jodiendo» ni me tomaría el trabajo de escribir estas reflexiones apresuradas para «joder»
Hay un continuo y peculiar sentido del humor en esa burla hacia los uniformados, especialmente en la escena en la que el protagonista llega a la comisaría y los policias estan festejando un cumpleaños. Por otra parte me reí mucho en la escena en la que Georges pinta las rejas de su casa de un azul propio de una comisaria y al salir los policias se quedan paralizados y extrañandos mirando esas rejas, también es interesante como Georges embauca a los policias con la ridicula historia de su vecino.
En cuanto, a la manera en la que Resnais trata a la familia, esto evidentemente escandaliza una moral burguesa, hay en la pelicula una dinamica en las relaciones familiares que es muy dificil ver en el mundo real, en un principio uno no sabe exactamente cual es la relación que existe entre Georges y su mujer, mas bien apenas parecen ser amigos.
Por otra parte la escena de la cena de la familia de Georges es genial, la camara planea al compas de un tema de jazz a la vez que la musica se interrumpe con breves dialogos, uno de ellos muy divertido en el cual el novio de una de las hijas de Georges le pregunta si puede tutearlo y el le dice que no.
El final es como una despedida melancolica y el falso final de contenido provocador es un homenaje al espirutu nouvelle vague, esas son decision formales que no cualquier cineasta hubiese encarado.
los puntos que los detractores de esta pelicula señalan como falencias a mi me parecen fantasticos.
La vi con dudas, Resnais no es mi director favorito.Extraordinaria.Es dificil filmar con ligereza y libertad, lo que crece en la grietas: de la vida,el amor y la muerte
No es una pelicula sobre burgueses acomodados, mas bien juega(palabra importante para el director y para la pelicula)y se mofa de ese subgenero frances.
La pelicula de Aaron Sorkin dirigida por david fincher encarna el zeistgeist y Resnais es un viejo gaga…en fin.
Abrazo Roger,abrazo Spyri.
Si realmente Las Hierbas Salvajes es un film libre y anárquico, porque un espectador común y corriente con poco entrenamiento debe detenerse a desentrañar que significa una reja pintada de azúl? O encontrar una crítica oblicua a las instituciones?. Una película como vehículo de mensajes no es una película libre, creo yo. Como dije antes, narrativamente me parece cuestionable.
Roger vos decís: “Sus planos son materializaciones perfectas de cómo pensamos”. No puedo dejar de pensar mi posición social en el mundo al mirar esta película, porque esa secuencia que tanto festeja spyri (cena familiar) para mi es ajena, porque no pertenezco a ese mundo pequeño burgués (que supuestamente Resnais critica, y si fuese así terminaría ridiculizando a sus personajes, ya que el mensaje quedaría invertido), no se si realmente es el mundo “real”, me parece falsa y está cerca de un comercial institucional de las buenas costumbres o de una publicidad de un champagne.
Pedro Costa hablaba a cerca del valor cinematográfico de un plano, y su diferencia con la imagen. Haciendo una distinción entre un plano y una imagen . Cuando Marguerite entra a comprar unos zapatos parece que se me está intentando vender un calzado, y no construir (plano a plano) el sentido de la próxima secuencia que crea el motivo del encuentro. Son imágenes bellas y perfectas, demasiado perfectas que se vuelven falsas, maquilladas. No me extrañaría que Georges al abrir la billetera encontrada se cayese una mastercard.
No quiero parecer cínico o promover un discurso a cerca de la lucha de clases. Desgraciadamente no logro sintonizar con el Resnais de Corazones y Las Hierbas Salvajes. No considero su última obra un bodrio, pero tampoco una obra maestra incuestionable. Saludos a todos
A pesar de que yo sí considero un bodrio -pues es un film que, en el sistema de medición de Roger, no llega al «rasgo redimible» según mi criterio- esta película del gran Resnais, pienso casi igual que citizenp en su último posteo.
Tanto spiry como josé reivindican el gran valor narrativo de la misma en la «crítica y parodia burguesa» que hace de cierta sociedad burguesa francesa pos cincuentona. Ahora bien, ¿de dónde viene esa «justificación» de «película buena» simplemente por atacar a lo burgués? ¿Por qué atacar «lo burgués» vuelve una obra de arte «buena»? Bajo ese punto de vista, la obra de Cortázar sería abominable («casa tomada» como el mejor ejemplo… O ni que hablar cuando Retamar en su «Caliban» pasó vergüenza al querer hacer lo mismo con la obra de Borges a quien no paraba de admirar a pesar de sus ataques); de hecho, no hay cine más burgués que la Nouvelle Vague, creado además PARA UN PÚBLICO TOTALMENTE BURGUÉS (coincido plenamente con citizenp en su primer párrafo): la nouvelle vague jamás atacó a lo burgués si no que quiso revindicar en cierta forma al «buen burgués» (de allí el estigma de «aburrido» del cine francés: no eran ni son películas para públicos masivos ni populares en el sentido que Hugo Chavez entiende lo popular). El le fou de godard no es más que eso: un buen burgués piola, una suerte de «loco lindo» que aprovecha su aburguesamiento para vivir libremente o «locamente» o algo así. No hay sociedad mas pro burguesa que la francesa (en un sentido muy de mesa de mirtha legrand) y festival más burgués (perdón, «buen burgués») que el de Cannes: su oposición al oscar hollywodense pasa a través de «la sofisticación» (BURGUESA!) contra la «grasa» comercial de EEUU. A lo que voy es que bajo ningún punto de vista «lo anti burgués» es valor suficiente para calificar a una película de obra maestra, mucho menos a ésta donde dudo mucho siquiera, que haya una crítica a lo burgués. Por ello pienso exactamente igual que citizenp acerca de la escena de las rejas azules (que por cierto eran turquesas y el policía las mira por lo ridículo que quedan, no porque se parezcan a una cárcel la que por cierto, tiene barrotes negros!!!).
-Por ejemplo, el cine de chabrol no ataca a la sociedad burguesa, ataca a ciertos personajes burgueses contextualizados en escenarios burgueses mas cercanos a la clase rica que a la media, que es diferente: de ahí la profundidad psicológica de sus personajes: a ver, esos personajes de Huppert siendo «pobres» serían igual de nocivos-
La película de resnais es formal y visualmente prodigiosa, de eso no hay duda, ¡¡es RESNAIS!! pero yyyyyyy? qué más tiene???: A ver, que una dentista cincuentona a la que le gusta manejar spitfires (avión de guerra INGLÉS por cierto) de la segunda guerra mundial, que ande en un auto escarabajo amarillo, y que viva en una casa decorada por marta minujiín con sobredosis de cocaína no me parece una «ironía de nada», por el contrario, me parece una acumulación de elementos que asociándolos a la fuerza (pues en una primera impresión no se dejan asociar) terminan dando la pauta de una incoherencia narrativa absoluta, más que de una parodia de algo.
El talento visual de Resnais sigue intacto, pero su capacidad narrativa (a menos argumental) en esta película, no se terminan de cerrar en nada: por eso la película finaliza como incoherente y «bizarra» y uno tiene que recurrir al rebuscado azul (turquesa o celeste) de una reja para encontrarle algún sentido que le dé sentido justamente, a la película en sí.
saludos
Querido Roger:
A mí lo que me gustó de la película es algo que, quizás, en lo desenfadado del despliegue, no parece quedar en primer plano, y sin embargo es, diría, su corazón mismo: la futilidad y caída de las estructuras sociales y mentales frente a un abrupto emerger de otra cosa. Una cosa vital, incuestionable, soberana, relegada a la asfixia en la matriz cultural (la hierba salvaje abriéndose paso entre las rajas del asfalto). Y él apostó a que Marguerite resonaría allí. La actitud de Georges remite a la adolescencia, a un tipo de pasión que el psicoanálisis puede resolver como alguna forma de fijación, algo emocional, ilógico, incoherente, anormal, peligroso. Pero, nos dice la película, era otra cosa, algo real e iconoclasta que atravesaba a Georges. Y luego de un protocolo establecido, sensato, ella presiente, advierte aquello, ese absurdo que sin embargo la moviliza.
Veo mucho del film como temas menores, conceptos con los que parece jugar Resnais satisfecho con su grado de anarquismo y libertad. Me gustó el papel de la mujer-amiga, ese espíritu femenino que acepta la factualidad de lo incomprensible. Y cuando el protagonista la encuentra a Marguerite buscándolo a él… ese cambio de parada, de actitud… es casi pedestre, un lugar común, pero enfatiza la existencia por derecho propio de esa otra realidad: “Te diste cuenta, boba.”
Georges es el puente, el Pigmalión que la invita a una transformación, a rememorar, a vivir certeramente, porque sí. Ese niño. Y Marguerite, su musa.
No sé, me pareció, andá a saber…
Cariños. Edgar.