LAS PELÍCULAS SECRETAS (39)

LAS PELÍCULAS SECRETAS (39)

por - Críticas, Las películas secretas
08 Jul, 2014 09:28 | comentarios

101000001

Su única salida /Pursued, de Raoul Walsh, EE.UU., 1947

Por Jorge García

Durante mucho tiempo se consideró a Raoul Walsh por buena parte de la crítica como un artesano competente que realizaba entretenidas películas de aventuras. Sin embargo, revisiones atentas de su obra, no tardaron en colocarlo en un lugar de privilegio dentro del cine clásico norteamericano. Con títulos destacados en todos los géneros, su obra es uno de los pilares mayores de ese cine  y sus héroes individualistas y solitarios, a veces en la búsqueda de una venganza, en otras perseguidos por hechos de los que no son responsables, han dado lugar a una amplia galería de personajes inolvidables.

Su única salida es un western atípico y una de las grandes películas de Walsh. Atípico porque en él confluyen elementos de otros géneros como el melodrama con elementos psicológicos, el film noir, con rasgos tan característicos de este como el uso del flashback y la voz en off y también de la tragedia clásica (hay que recordara que Walsh fue siempre un ferviente admirador de Shakespeare).  El film está estructurado a través de un gran flashback y tiene como protagonista a un hombre acosado, por una parte, por penosos recuerdos de su infancia y también  perseguido por un grupo de hombres que desean matarlo.  A través de su relato en off sabemos que de niño fue adoptado por una mujer que ya contaba con dos pequeños hijos, una chica y su hermano. El creciente enfrentamiento en el tiempo entre los dos muchachos culminará en un trágico desenlace, mientras que la relación del protagonista con la chica sufrirá diversos avatares que pasarán desde el enamoramiento intenso hasta el desprecio total. Film marcadamente sombrío –un tono al que ayuda la extraordinaria iluminación de elaborados claroscuros del gran James Wong Howe- está atravesado por la culpa, la venganza y un oscuro fatalismo, encarnado no solo en el protagonista sino también en el complejo personaje de la madre que interpreta la gran Judith Anderson. Con secuencias extraordinarias, como la del baile, de un contenido erotismo, o la de la noche de bodas, en la que un intento de asesinato culmina en un apasionado beso, la película es uno de los trabajos mayores de uno de los grandes realizadores de la edad de oro de Hollywood.

Jorge García / Copyleft 2014