
LOS OLVIDADOS: WOLFGANG STAUDTE Y FRANK BEYER
Uno de los cineastas alemanes esenciales antes de la aparición del manifiesto de Oberhausen en 1962 que dio origen al llamado Nuevo Cine Alemán, Wolfgang Staudte nació en Saarsbrücken em 1906. Hijo de actores, luego de algunos estudios de mecánica e ingeniería, en 1926 entró a trabajar en teatro como extra, comenzando luego una carrera como actor. Su trabajo en el cine empezó como actor en 1933, participando incluso en el panfleto antisemita titulado El judío Suss, de Veit Harlan (Staudte luego dijo que lo había hecho para poder salvarse del servicio militar). Su debut como director se produjo en 1940, teniendo ya con su segunda película problemas con la censura nazi. Después de la guerra, Staudte dirigió en 1946, el que se considera el primer film que cuestiona al nazismo, Los asesinos están entre nosotros. Realizó luego otros films antinazis, como Rotación y El súbdito, prohibido en Alemania Occidental. Varias de sus obras suscitaron polémicas. A partir de los años 70, su trabajo se centró, principalmente, en la televisión. Wolfgang Staudte falleció en Eslovenia en 1984.
Extrañas las contradicciones de algunos cineastas que trabajaron en los años del nazismo y, a pesar de su ideología de izquierda, llegaron a actuar, como Staudte, en películas abiertamente pronazis, tal como se señaló más arriba. Después de la guerra se incorporó a la DEFA (Deutsche Film AG), la productora de Alemania del Este, y en ese país dirigió hasta 1953, pasando luego a trabajar en Alemania Occidental. Sus primeras películas, rodadas para la DEFA son vigorosos retratos de personajes devastados durante la contienda en la guerra o como consecuencia de ella. Sus films son relatos con un intenso crescendo dramático, cuyo tono polémico lo llevó a tener frecuentes problemas con la censura, en las dos Alemanias (probablemente por el tono marcadamente pesimista que impregna sus films). No obstante, en 1975 tuvo un reconocimiento por su aporte al cine alemán, aunque hoy su obra es muy poco conocida fuera de su país. Recomendemos entonces brevemente algunas películas de Wolfgang Staudte:
LOS ASESINOS ESTÁN ENTRE NOSOTROS (Die Mörder sind unter uns, 1946) Una muchacha sobreviviente de un campo de concentración llega después de la guerra a su apartamento y lo encuentra ocupado por un médico que ha sido testigo de una masacre. Rodada en una Berlín destruida, como los personajes, el conflicto aumenta cuando el médico descubre que el responsable de aquella matanza es ahora funcionario. Intenso film con abundantes toques expresionistas.
ROTACIÓN (Rotation, 1949) está ambientada en los años del nazismo y está centrada en el editor de un periódico que, dentro de una familia con distintas posturas ideológicas, pretende mantenerse neutral hasta que es denunciado por su hijo, integrante de la juventud hitleriana. Virulenta crítica a la pretensión sobre el hecho de no involucrarse políticamente, película que cuenta con una muy buena definición de personajes y un final que quedará a criterio de cada espectador decidir si es concesivo o irónico.
EL SÚBDITO (Der Untertan, 1951) es una ácida sátira acerca de un arribista que va formando parte de distintos gobiernos y se termina dando cuenta que esa labor lo va invistiendo progresivamente de poder. La ferocidad con la que el director define al personaje, en un film que en su final hace claras referencias a la llegada al poder de Hitler, provocó que la película fuera prohibida em Alemania Federal y recién pudiera exhibirse en 1976.
DESERCIÓN (Madeleine und der Legionär, 1958) es una atípica incursión del director en el género de aventuras, con toques dramáticos y de comedia, Tres miembros de la Legión Extranjera se apoderan de un avión con la intención de desertar y dirigirse a España, a los que se une una enfermera. Si bien el director no parece encontrarse demasiado cómodo con el tema, a lo que se agrega un improbable romance, la película tiene varios buenos momentos.
LOS FALSOS HÉROES (Kirmes, 1960) El encuentro casual de un esqueleto, un cascó y una ametralladora en un pequeño pueblo a fines de los años 50 provoca que el alcalde, un nazi reconvertido, procure ocultar el hecho. El film narra en flashback los sucesos ocurridos, centrados en un soldado integrante de una patrulla con una misión concreta, que es abandonado a su suerte y entra en relación con una muchacha despreciada por el pueblo. Un film que plasma el pesimismo frecuente de Staudte
Si Wolfgang Staudte es poco conocido fuera de Alemania, Frank Beyer lo es aún menos. Nacido en Nobitz, Turingia, en 1932, hijo de un empleado de comercio y una vendedora, cuando terminó sus estudios, se interesó en las ciencias teatrales, haciendo varios cursos y trabajando como pasante y dramaturgo. Pero lo que más le interesaba era el cine, por lo que se inscribió en la prestigiosa Academia de Cine de Praga, donde terminó como asistente del director Kurt Maetzig, una figura importante en la Alemania del Este. Su debut cinematográfico se produjo en 1957. Adaptó una obra de Bertolt Brecht, y pronto concitó la atención de la crítica. Sin embargo, a pesar de su ideología socialista, su mirada crítica sobre aspectos negativos de la política de su país provocó diversos conflictos con la censura. Recién en 1980 fue autorizado a filmar en Alemania Occidental, donde rodó sus últimas películas, varias para la televisión. Frank Beyer falleció en Berlín en el año 2006.
El cine de Frank Beyer se caracterizó por sus posturas polémicas y políticamente incorrectas (para la mirada oficial de los gobiernos de las dos Alemanias). Su sólida formación ideológica le permitió asumir posturas críticas sobre las políticas gubernamentales en la RDA; lo mismo aconteció cuando empezó a filmar en los años 80 en la Alemania Federal: sus películas provocaron diversas controversias. Muy buen director de actores, y con gran capacidad para delinear personajes, algunos ambiguos y contradictorios, Beyer también mostró gran capacidad en el uso de la cámara y en la utilización dramática de los primeros planos. Otro rasgo característico de Beyer fue el de revertir situaciones tópicas, algo que se puede apreciar en su descripción de la vida cotidiana en un campo de concentración nazi o en mostrar prisioneros alemanes en un campo polaco. Es un director del que se necesitaría conocer más títulos.
Pasemos entonces a recomendar algunas de sus películas.
CINCO CASQUILLOS DE BALA (Fünf Patronenhülsen, 1960) está ambientada en los años de la Guerra Civil Española, donde un grupo de brigadistas, en la búsqueda de un compañero perdido, cuando el jefe del grupo es abatido, deciden dividir un plano que deben entregar al comando guardándolo en cinco casquillos de bala. El accidentado viaje tiene como escenario un paisaje árido y rocoso, tan bien empleado dramáticamente como los primeros planos.
DESNUDO ENTRE LOBOS (Nackt unter Wölfen, 1963) transcurre dentro de un campo de concentración nazi en el que aparece un niño escondido en una maleta que porta un prisionero. Con guion de un sobreviviente de un campo, el film elude los aspectos más tenebrosos del lugar, centrándose en los esfuerzos de los prisioneros que, a su vez, están preparando un levantamiento para impedir que el niño sea descubierto por los nazis.
HUELLA DE PIEDRA (Spur der Steine, 1966) es el primer film por el que Beyer tuvo problemas con la censura de Alemania del Este (la película fue prohibida durante muchos años, acusada de antisocialista). La llegada de un emisario del Partido Comunista con ideas propias a una central eléctrica y asimismo de una ingeniera que se relaciona con él y con el jefe de una brigada de trabajo de corte anarquista provoca abundantes conflictos con las autoridades del lugar, en un film de un marcado tono crítico.
JAKOB, EL MENTIROSO (Jakob, der Lügner, 1974) está ambientada en el ghetto judío de Varsovia en los últimos días de la guerra, donde un hombre tras un incidente escucha fortuitamente en la radio de un ocupante nazi que los rusos están aproximándose al lugar haciéndole creer a los habitantes que tiene una radio escondida, lo que provoca una auténtica psicosis. A la vez el mismo hombre ha adoptado a una niña huérfana. Fábula de tono amargo, en la que se entremezclan la desazón y la esperanza.
LA ESTANCIA (Der Aufenthalt, 1983). Un alemán es injustamente acusado de haber asesinado a una niña y es recluido en un campo de prisioneros polaco, donde será sometido a diversas vejaciones para que confiese, siendo luego asignado al pabellón de prisioneros nazis, varios de ellos fanáticos. Intenso film que revierte la habitual situación de hombres de distintas nacionalidades presos de los alemanes.
LA IGLESIA DE SAN NICOLÁS (Nikolakirche, 1995) está basada en un hecho histórico ocurrido en Leipzig en 1989. La película fusiona la crítica política al gobierno socialista con las diferencias ideológicas en una familia. Un hombre es miembro de la temible Stasi (policía política); su hermana es expulsada del Partido Comunista y su trabajo. Mientras, un sacerdote organiza misas que culminan en manifestaciones pacifistas. A través de los destinos de sus personajes, Beyer erige una lúcida mirada sobre los días finales de un gobierno represor.
Jorge García / Copyleft 2025
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