LUZ SILENCIOSA
**** Obra maestra ***Hay que verla **Válida de ver * Tiene un rasgo redimible ° Sin valor
Por Roger Alan Koza
Luz silenciosa / Stellet Licht, México-Francia, 2007.
Escrita y dirigida por Carlos Reygadas.
**** Obra maestra
La última película de Reygadas cuenta con detractores (alguna vez estuve entre ellos) y apologetas (escribir a favor sobre el film no me convierte en uno) , y no necesariamente esta división coincide con una confrontación entre creyentes e incrédulos.
En las conclusiones de su monumental Las variaciones de la experiencia religiosa William James decía: “El amor a la vida, en cualquier y en cada uno de sus niveles de desarrollo, es el impulso religioso”. La tercera película de Carlos Reygadas, que se anima incluso a plasmar delicadamente un milagro, puede seducir hasta al incrédulo o al ateo más consumado. En última instancia, este melodrama atravesado por enigmas y dilemas teológicos resulta auténticamente humano, demasiado humano.
Al norte de México, en el seno de una comunidad menonita en donde todavía se habla un dialecto medieval (Plautdietsch), el padre de una familia numerosa se ha enamorado de una mujer que no es la madre de sus hijos. La honestidad es la regla: Johan jamás lo ha ocultado, y su esposa y su amante esperan. ¿No es adulterio? La condenación moral es inexistente, solamente importa descifrar si se trata de la voluntad del Altísimo. Así lo conciben todos los involucrados (mujer, amante, padres), lo que no implica que la situación no sea dolorosa.
La resolución tomará un tiempo, y en ese transcurso se revelará una forma de vida cuyas prácticas podrán parecer arcaicas, pero no por eso irrelevantes. Luz silenciosa, más allá de su drama amoroso, es indirectamente un retrato de una comunidad y sus prácticas: la cotidianidad, un ritual funerario, el sexo, el diálogo entre un padre y su hijo, el trabajo quedan registrados por la cámara de Reygadas.
Los formidables planos secuencia sobre el cielo y la tierra que abren y cierran la película evocan un misterio cósmico en la inmanencia. Una mano interceptando un rayo del sol, un tractor pisando los maizales y un beso constituyen actos cotidianos que ante la cámara son revelaciones o variaciones de la experiencia religiosa.
Al cinéfilo, el desenlace lo remitirá a La palabra, del maestro danés Dreyer, aunque la sensualidad de un evento extraordinario (y religioso) y la rigurosa puesta en escena de ese pasaje le pertenecen exclusivamente a Reygadas. Los racionalistas podrán soltar una carcajada; los impacientes quizás miren la hora. Quien posea la libertad suficiente para mirar y escuchar será testigo de una fantasía metafísica tan humana como el deseo de amar y gozar del cuerpo de un ser amado.
Este crítica fue publicada por el diario La voz del interior en el mes de octubre 2010.
Roger Alan Koza / Copyleft 2010
roger, la verdad que tus críticas tienen poesía, no se si sos adepto a ese género o no, pero la verdad es que siempre hay momentos sublimes cuando hablas de películas que te gustan. un abrazo
Gracias Marcos; no, es un género que prácticamente no leo, aunque me encanta la poesía de F. Farrokzhad. Un abrazo. RK
El (falso?) plano secuencia con que finaliza la película es sublime, una de las experiencias estéticas más grandiosas que tuve la dicha de presenciar en un cine.
Excelente reseña, como siempre.
«Luz silenciosa, más allá de su drama amoroso, es indirectamente un retrato de una comunidad y sus prácticas: la cotidianidad, un ritual funerario, el sexo,…»
= debe estar bueno eso del sexo entre menonitasss!
Resulta que con esto de la internet se me d´por bajar películas que he «disfrutado» en la tele, pienso en: A quien ama Gilbert Grape, La fuerza del cariño, Mejor imposible… y de repente recuerdo el zapping con Martin H, y voy y la bajo::::: error!!!!! creo que nunca sentí tanta vergüenza ajena. Tantos clichés y conversaciones ultratrasnochadas. Aristaraín es un asco y es increible la evolución que logra con Roma, despellejandose.
apostaba que si (aunque obviamente se puede llegar a la poesía sin tener que leerla o frecuentarla). llegué a este blog leyendo una nota de Oscar Cuervo sobre Apitchapong citándote con aquello de » la filosofía flotante que orquesta la aparición de los fantasmas» haciendo referencia al cine de A. W. (creo si no recuerdo mal que era sobre Tropical Malady). Voy a ver la película de Reygadas. Un abrazo
quiza Martin h. no es es lo más logrado de Aristarain pero la primera época y Roma (como bien decís) son muy buenas (Lugares comunes no la vi). En Martin H. rompe con el narrativismo clásico y se adentra en algo mas teatral, quizá sin quererlo. Recuerdo haber leído una entrevista donde decía que era una apuesta más personal, y creo que lo es, pero envejeció mal me parece. Igual estoy hablando desde el recuerdo, ya que hace tiempo que no veo o reveo nada de Aristarain.
martin: si, creo que tenés razón acerca del experimento que le significó MartinH (hallo que biopic) y que alcanza su redención con Roma. Esta última tristísima, una película que no volveré a ver en la puta vida y que luego de verla me dificultó encasillarlo en el mainstream (el gran director mainstream en oposición a la camada independiente que creo alcanza su pico en Una semana solos de Celina Murga).
Pero en la Argentina la mayoría de las cosas envejecen mal, excepto el tango.
P/D peor escena retro: cuando Fernan Mirás se arranca la camisa para secarle la sangre a Dopazo mirandola a los ojos…
AA: La parte de León, Tiempo de revancha, Últimos días de la víctima no han envejecido en absoluto. Saludos RK