MDP (02):ENTRE GÉNEROS Y AUTORES
Por Roger Koza
Quizás se trate de una falsa dicotomía, aquella que enfrenta al cine de género con el cine de autor. Por azar, las tres películas argentinas (Aballay, Fase 7 y De caravana) que participan en la competencia internacional de Mar del Plata son filmes de género, pero, por detrás de las convenciones, sin duda, hay directores con una mirada propia.
Si se compara Todos vosotros sois capitán, del español Oliver Laxe, con la ópera prima Fase 7, del argentino Nicolás Goldbart, ya exhibidas en Mar del Plata, el criterio de programación denota inteligencia y generosidad. El filme de Laxe, como muchos filmes contemporáneos de autor, problematiza las categorías de ficción y documental. Como el título sugiere, lo político es una de las dimensiones de la película, a pesar de que su trama está ligada a un taller de cine para niños en Tánger, Marruecos, en manos de un director español. La cámara supone la mirada de un niño que deviene en director de cine. Cuando vemos cómo ven el mundo los niños, la película sobrepasa los límites que impone su lógico desarrollo narrativo, que oscila entre la resistencia de los niños al maestro extranjero y la desconfianza de las autoridades de la escuela. Todos vosotros sois capitán remite un poco a las primeras películas de Abbas Kiarostami, en las que los niños eran protagonistas excluyentes. Es un filme que puede dar una sorpresa, y está casi destinado a obtener premios humanitarios, a pesar de que sus virtudes estéticas tal vez sean más relevantes que su ostensible costado humanista.
En donde el humanismo brilla por su ausencia es en Fase 7, la ópera prima de Nicolás Goldbart, una comedia negra con elementos de western y ciencia ficción cuya vocación de entretenimiento queda expuesta desde el comienzo, como también sus principios cinéfilos. Si bien Fase 7 remite a muchas películas recientes (Rec, La comunidad) y tiene otras referencias más sustanciales (El Eternauta y las películas de John Carpenter), hay algo intrínsecamente vernáculo en la propuesta. Un supuesto virus impone una cuarentena a los vecinos de un edificio porteño. “Somos 16 personas y una doméstica”, le informa un vecino al equipo paramédico y policial que viene a verificar la gravedad del suceso. Es la línea más política de un filme que parece canalizar oblicuamente la paranoia colectiva sobre la gripe A, su referencia explícita al mundo (y la Historia), junto con una cita un poco forzada de un discurso famoso de Bush sobre el nuevo orden mundial.
La puesta en escena es inteligente y precisa: los pocos recursos se administran con ingenio (la escena del tiroteo final es paradigmática), aunque quizás el exceso musical dispersa en demasía y diluye una dimensión más ambigua respecto del relato. Un hallazgo del filme es su elenco: Daniel Hendler, Federico Luppi y Yayo, el famoso humorista televisivo, hacen una combinación perfecta e inesperada; los tres se divierten, los tres divierten. El darwinismo filosófico del filme (sálvese quien pueda) funciona como una crítica lúdica a las costumbres. Fase 7 no es precisamente una película sobre el amor al prójimo; el vecino es un potencial enemigo, y quizás también un asesino.
Fotos: 1) Todos vosotros sois capitán; 2) Fase 7
Roger Alan Koza / Copyleft 2010
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