La inesperada muerte de Peter Bogdanovich reflota la imagen de un director que, junto con Clint Eastwood, mejor expresaron la gran tradición del cine clásico americano. 

Nacido en Nueva York en 1939, en un principio se interesó por el teatro, estudiando con Stella Adler, trabajando primero como actor y escribiendo luego algunas obras. Pero paralelamente su permanente concurrencia al Museo de Arte Moderno lo puso en contacto con el cine de los grandes maestros del cine clásico de Hollywood. Ese aprendizaje lo volcó ya en su primera película, Targets (1958), en la que le ofreció el último gran papel de su carrera a Boris Karloff y llamó la atención de la crítica. En 1971 rodó un excelente documental sobre John Ford y filmó la que es, probablemente, su mejor película, The Last Picture Show, en la que el cierre de un cine en un pequeño poblado americano a principios de los años 50 daba lugar a una mirada cargada de nostalgia y melancolía sobre esa época y, además, presentaba una inolvidable galería de personajes, entre los que se destacaban los que interpretaban Ben Johnson y Cloris Leachman. En la exitosa What´s Up, Doc?homenajeó a las grandes comedias clásicas de Hollywood, aunque el film no trasmitía la genialidad de los originales  Si en Paper Moon ofreció una cálida y tierna mirada sobre la América rural de los años de la Depresión, también conoció el fracaso de público y crítica con sus películas siguientes, Daisy Miller y At Long Last Love, dos productos al servicio de su pareja de entonces, Cybil Shepperd, y Nickelodeon, un evocativo relato sobre los comienzos del cine.

En Saint Jack, en el que Ben Gazzara interpreta a un querible truhán, reapareció su talento, pero They All Laughed, un estilizado ejercicio de puesta en escena, tan brillante como insustancial, lo volvieron a distanciar de la crítica y el  público. De allí hasta principios de los 90 se lo consideró en franco declive, aunque Texasville, una suerte de secuela de The Last Picture Show en el que incursionaba en el melodrama con ecos “sirkianos” fue un film notablemente subvalorado.. A partir de 1993, su trabajo se centró de manera casi exclusiva en la televisión, dirigiendo series y TV movies, con el interregno de The Cat´s Moow (2011) en el que recreaba uno de los episodios más misteriosos de la historia de Hollywood: el asesinato de la actriz Marion Davis en el yate del millonario W.R. Hearst, con aceptables resultados.

Aparte de su labor como director, Peter Bogdanovich realizó numerosos trabajos como actor, tiene un notable libro de entrevistas a grandes directores del cine americano y otro extensísimo y muy jugoso reportaje a Orson Welles, aparte de haber escrito varios libros sobre los realizadores que admiraba. En nuestra memoria cinéfila, sin embergo, quedará como uno de los más consecuentes continuadores de la gran tradición del cine clásico americano.

JORGE GARCÍA / COPYLEFT 2022