PROGRAMACIÓN COMPLETA DE OCTUBRE EN CINECLUBES
Godard es resistido. ¿Por quién? ¿Por qué? Godard es un nombre cualquiera excepto para quien ha desarrollado una relación consciente e histórica con el cine. Quien lo conoce y ha visto sus películas puede cotejar uno de sus dichos más famosos: “El cine es una forma que permite pensar”. ¿Será por eso que un film de él convoca a menos de 20 personas? Godard en el Valle de Punilla no goza de popularidad. Aquí, el paradigma de la inteligencia visual parece ser Lost, ni siquiera The Wire.
No fue el caso en Cannes 2010, cuando Film Socialisme tuvo su lanzamiento mundial. Quienes estábamos en la sala sabíamos que podía ser el último film de Godard. Godard sigue vivo, mientras sus viejos compañeros de redacción de los Cahiers du cinéma, luego devenidos en cineastas, han muerto casi todos: primero fue Rohmer, ahora Chabrol, y Rivette está enloqueciendo. Godard está vivo, y a Godard le dedicamos todo el año. Y este mes pasamos varias de sus películas y seguiremos con ellas, incluso en la muestra de verano.
Dice Godard: “Para mí, el arte es ciencia o la ciencia es arte. No creo que Picasso sea superior o inferior a Vesalio, son iguales en su deseo. Un doctor que consigue curar una sinusitis pertenece al mismo orden de cosas que si yo logro hacer un buen plano con Maruschka Detmers”.
Una estudiante de comunicaciones me preguntaba la semana pasada qué quería decir, en algún escrito publicado, cuando diferenciaba el cine de entrenamiento de un cine de entretenimiento. Terminé hablando del cine de esclarecimiento. Es decir: entender que las películas son nobles cajas de herramientas con las que podemos hacer cosas con nosotros mismos, pues el cine esclarece algunas cuestiones que no son observables en primera instancia. Es un tema complejo y extenso.
No es descabellado, entonces, pensar la programación de un cineclub bajo el signo de la buena praxis. Curar la sinusitis, hacer un buen plano, elegir un buen film son acciones que conllevan un espíritu medicinal y científico. La ignorancia jamás puede ser beneficiosa. Ver, conocer y pensar, tres verbos propios del cine, un arte que es potencialmente ciencia y medicina, no pueden ser desestimados. Probablemente, me equivoco.
Roger Alan Koza, programador.
LA CUMBRE: EN EL CINE LUIS BERTI, BELGRANO 470
6 de octubre, a las 20.30hs:
Charlie Bartlett, de Jon Poll, EE.UU., 2007
97’ / +16
Cortometraje, a las 20.15hs: Dos autos, una noche (12’), de Taika Waititi, Nueva Zelanda, 2003
PELÍCULA DEL MES
13 de octubre, a las 20.30hs:
La rabia, de Pier Paolo Pasolini, Italia, 1962
78’ / ATP
Mediometraje: El pasaje subterráneo (28’), de Krzystof Kieslowski, Polonia, 1974
20 de octubre, a las 20.30hs: Godard en foco
Vivir su vida, Jean-Luc Godard, Francia, 2003
94’ / ATP
Mediometraje: Toda la memoria del mundo (21’), de Alain Resnais, Francia, 1956
27 de octubre, a las 20.30hs: El Holocausto no es un género hollywoodense
Kedma, de Amos Gitai, Israel, 2002
100’ / +13
Mediometraje, a las 19.45hs: JLG/JLG (53’), de Jean-Luc Godard, Francia, 1995
VILLA GIARDINO: EN EL TEATRO ALEJANDRO GIARDINO
3 de octubre, a las 20.00hs:
La ronda de noche, de Peter Greenaway, Holanda-Canadá-Reino Unido-Francia-Polonia, 2007
134’ / +13
Cortometraje: Gauguin (14’), de Alain Resnais, Francia, 1950
10 de octubre, a las 20.00hs:
El enigma de Cristóbal Colón, de Manoel de Oliveira, Portugal-Francia, 2007
75’ / ATP
Cortometraje: El canto del estireno (19’), de Alain Resnais, 1958
LA PELÍCULA DEL MES
17 de octubre, a las 20.00hs:
El canto de los pájaros, de Albert Serra, España, 2008
98’ / ATP
Cortometraje: Van Gogh (18’), de Alain Resnais, Francia, 1947
24 de octubre, a las 20.00hs: PELÍCULA DESPEDIDA DEL CINECLUB EN GIARDINO
Petit Indi, de Marc Recha, España, 2009
90’ / ATP
Mediometraje: Los caminos a Kiarostami (32’), de Abbas Kiarostami, Irán, 2006
Muy querido compañero mis salud-os desde aquí; ha sido una profunda alegría la lectura de este texto en particular en la medida homeopática que refuerza una noción de cine(s), de arte(s) que defiendo y preconizo a ultranza. En este sentido quería sumar algunas sanas reflexiones en torno a esta concepción terapéutica del cine, en su sentido más sublime, lejos de todo placebo mercantil-enfermizo.
GODARD (Voz en off en su película «Dos o tres cosas que se de ella», a los 21 minutos 44 segundos): «Examino la vida de la ciudad, sus habitantes y los lazos que los unen con la pasión de un biólogo que examina la relación del individuo con la raza y la evolución. Solo así se puede atacar el problema de la patología social con esperanzas a formar una sociedad nueva»
JODOROWSKY (En los extras de «El topo», a los 5 minutos 36 segundos):
«El arte si no es medicina para la sociedad es veneno»
RENOIR (En el libro «La política de los autores», pagina 23): «Llego a preguntarme si la sola excusa de la obra de arte es el bien que puede hacer a los seres humanos(…) su mejora física o moral, o, sobre todo metafísica»
DREYER (En su libro «Juana de Arco, Dies Irae. Algunos apuntes sobre el estilo cinematográfico», página 251): «Para mí la técnica es un medio y no un fin ya que este para mí ha sido siempre hacer vivir al espectador una experiencia que lo enriquezca en su interior»
Y no sólo ellos nos acompañan; podríamos seguir con Cavell y las formas en que el cine puede hacernos mejores, Spinoza y la filosofía como terapia, Foucault y y la hermenéutica del sujeto como cuidado de sí; en fin, que esto no es una mera lista de sujetos con pensamientos sanitarios sino, y es así como lo creo, siento y defiendo desde lo más entrañable, una manera de experimentar nuestro ser-en-el-mundo, una manera que puede despertar la risa irónica y cínica de muchos pero que no deja de ser una verdad, una realidad que nos envuelve, que nos protege contra muchas de las múltiples patologías que atacan al planeta. Sí, el cine es terapia, anticuerpo, medicina a 24 fotogramas por segundo.
Seguramente, no nos equivocamos.
«si la mierda tuviese valor… los pobres nacerían sin culo» (Godard?)