PROGRAMACIÓN GENERAL DE AGOSTO EN LOS CINECLUBES
Un lector del blog decía en un comentario que dejó: “Habría que hacer un libro de los editoriales de estos programas”. Afirmación exagerada y evaluación hiperbólica, pero que se agradece como acicate para proseguir con una tarea, la del cineclubismo, que no siempre es grata.
En cada editorial se puede leer y divisar una concepción de cine y un modo de comprender el espacio público y las acciones que los miembros de una sociedad pueden tener en él. En tiempos en donde el cinismo y el craso individualismo dominan la subjetividad colectiva, aventurarse a hacer un cineclub es, esencialmente, una tarea a contramano, un modesto ejercicio de obstinación contracultural sostenido en una creencia: el cine sigue siendo un método (en el sentido griego, es decir, ‘camino’) de civilización. En otras palabras, ver cierto tipo de películas puede modular la sensibilidad, tonificar la inteligencia y avivar la conciencia social, actos que inducen al espectador a traspasar esa tendencia tan contemporánea de mimetizarse secretamente con las hienas y los monos.
“A nadie le importan”, me dice un amigo, “ni tus películas, ni lo que escribís”. Me lo dice mientras estoy traduciendo del inglés los subtítulos de un film japonés que costó un dineral. “¿Cuántos tipos van a ir a ver esa película de Kurosawa?”. Pienso entonces en los que aman el cine, en los pintores, en los escritores, en los docentes, en los jóvenes, en los proclamados agentes de la cultura, en los artistas y en los curiosos de La Cumbre y Villa Giardino, y en mi entusiasmo creo que todos estarán ahí, los miércoles y los domingos. Pero el principio de realidad es contundente: son pocos, ellos son pocos, a pesar de que creo que disfrutarían muchísimo del cine que pasamos y tienen, cada tanto, la gentileza de aprobar lo que hacemos con un pulgar hacia arriba y un golpecito en el lomo, un ademán, por cierto, que duele tanto como repara.
Un sábado de julio, a la tarde, vi a un artista contar cuentos para niños. También baila, narra e interpreta lo que relata como si se tratara de un viejo hechicero de una tribu pretérita, en aquel tiempo cuando no había imágenes y la oralidad señoreaba en nuestra imaginación. Es un espectáculo al aire libre y el frío es contundente, pero él insiste y los siete niños presentes lo miran, lo escuchan, se sorprenden. En un momento se descalza, hace unas contorsiones y como un equilibrista sostiene su cuerpo para materializar un árbol parlante. Finalizada la función, el artista me pregunta: “¿Vos sabés de esto?”. Se refería, lógicamente, a una audiencia casi inexistente. Lo que sé, además de reconocer ese vago sentimiento de que las buenas propuestas están en riesgo de extinción, es que ese artista, a pesar de su cansancio, insistirá.
¿Por qué insistir? Las películas responden por él y por mí. Dreyer, Gomes, Portabella, Érice, Folman, Kurosawa y sus películas son los motivos que doblegan la fatiga e inducen a hacer de la persistencia una virtud incorruptible.
Roger Alan Koza, programador.
LA CUMBRE: SALA LUIS BERTI, BEGRANO 470.
5 de agosto, a las 20.30hs:
Lake Tahoe, de Fernando Eimbcke, México, 2008
85’ / ATP
Cortometraje: Patria, de Susana Barriga, Cuba, 2007
12 de agosto, a las 20.30hs:
El silencio antes de Bach, de Pere Portabella, España, 2007
102’ / ATP
Cortometraje: En búsqueda de una actitud práctica y realista, de Alexander Kluge, Alemania, 1983
19 de agosto, a las 18.45hs: China en siete películas
Pickpocket, de Jia Zhang-ke, China, 1997
102’ / +16
PELÍCULA DEL MES
A las 20.30hs:
Aquel querido mes de agosto, de Miguel Gomes, Portugal, 2008
150’ / ATP
26 de agosto, a las 20.30hs: Dreyer en foco
Vampiro, de Carl Dreyer, Dinamarca, 1932
83’ / +13
Cortometraje: Protocolo de una revolución, de Alexander Kluge, Alemania, 1966
VILLA GIARDINO: SALA TEATRO VILLA GIARDINO
2 de agosto, a las 20.00hs: Víctor Erice en foco
El espíritu de la colmena, de Víctor Erice, España, 1974
93’ / ATP
Cortometraje: A propósito de Niza, de Jean Vigo, Francia, 1930
PELÍCULA DEL MES
9 de agosto, a las 20.00hs:
Vals para Bashir, de Ari Folman, Israel, 2008
84’ / +13
Cortometraje: Amor ciego, de Alexander Kluge, Alemania, 2002
ACTIVIDAD ESPECIAL: 15 DE AGOSTO, A LAS 16.00HS, EN LA BIOBLIOTECA POPULAR LEOPOLDO LUGONES: EL RENACIMIENTO DE LA CINEFILIA, CONFERENCIA DICTADA POR ROGER KOZA.
16 de agosto, a las 20.00hs:
Honeydripper, de John Sayles, EE.UU., 2007
123’/ +13
Cortometraje: Patria, de Susana Barriga, Cuba, 2007
23 de agosto, 20.00hs:
La muerte del trabajador, de Michael Glawogger, Austria, 2005
123’ / ATP
Cortometraje: Protocolo de una revolución, de Alexander Kluge, Alemania, 1966.
30 de agosto, 20.00hs:
Sonata de Tokio, de Kiyoshi Kurosawa, Japón, 2008
119’ / +13
Cortometraje: ¿En dónde está el dinero?, de Shane Meadows, Reino Unido, 1996.
Roger: Buscando cómo comentarte de nuestras vidas y milagros, y por carecer de tu correo electrónico, te envìo por este medio, la noticia de que tenemos la página web: http://www.corprodic.com, donde sería valiosa tu participación. Esperamos que la visites y la difundas y si tu quieres ser personaje invitado, envìanos tu participación o tus ideas. Será un placer saber de tí. Exitos en todos tus interesantes planes.
Abrazo, José A. Muñoz.
Rogerito:
“No hay respuestas, solo elecciones” Stanislaw Lem
Uno- “Lo que sé, además de reconocer ese vago sentimiento de que las buenas propuestas están en riesgo de extinción, es que ese artista, a pesar de su cansancio, insistirá.”
Y habría que llevarlo aún más allá!, tal como se asienta en algún pasaje de Tres Monjes Rebeldes, porque “insistir” es solidario al éxito, y esto se deslinda, si te entiendo, de la tutela de resultados.
El sostén de lo “per sé” mientras se llena la popular en este baile de máscaras está en manos de unos pocos tipos.
Fijate: las “buenas propuestas” valen hoy lo que no han valido nunca, la Existencia las cela como chicos a la figurita difícil. No puede ser de otra manera.
Miralo si no al Yin y al Yang: cuando uno parece comérselo todo (y se lo come) los ojos de lo vivo buscan esa puntita que late y compensa, imprescindible al juego, anclado en un devenir obligatorio, y cargando toda la potencia que equipara la cosa. Es necesario. Toda la potencia fulgura allí, diminuta, extraordinaria.
Miralo a León Gieco, ¿lo escuchaste en los últimos discos?, es una columna, un reino inconquistable recogido en sí, ni en La Colina de la Vida brilló con este esplendor… pero hay que tener ojos, claro… y si no hay ojos, no importa: “Porque donde unas cuencas vacías amanezcan, ella pondrá dos piedras de futura mirada”, como dijo el de Orihuela.
Loco, sos un éxito!
(a propósito: habría que hacer un libro de los editoriales de estos programas.)
No sé si, en el ciclón de estos días y de la mano de tu proyecto, tendrás éxito en lo que hacés, pero lo que no dudo, contraciclón y la mano bien apretada, es que hacés de tu vida un éxito… (y esto parafraseando a Brigitte Bardot, aguante el cine!)
Dos- El otro día, entonces, vi “Parador Retiro”. Teníamos que hacer tiempo y entramos al café del Malba, 11$ uno chico. En la cola: foráneos y gente bien. Al levantarme de la butaca (la película fue aplaudida) la sensación era fatal. Seguro me equivoco –y la copia no ayudó, no era buena, poca definición-, pero no sentí que punzara, que despertara, que involucrara al que la ve. Claro, habrá observacionales y observacionales. O tal vez fue esa pretensión de cultura para elegidos que espuma el Malba, me habré connotado.
Le pegunto a mi amiga (quién hace unos años durmió un mes en las calles de Bs. As.):
—¿Qué te pareció? —mientras me animaba y la tomaba del brazo.
—Mmmh… No sé. Por momentos me pareció satírica, con una distancia cool.
Y yo, ¿qué iba a hacer?, coincidí.
Un abrazo muy fuerte.