RAÚL RUIZ / CINEASTA (1941-2011)
La muerte de Ruiz. Extrañaré sus películas no filmadas y volveré a sus grandes películas, todas, sin excepción, lúcidas, únicas, bellas, prodigiosas. Él, el extranjero, quien filmó a Proust como nadie; él, que en abril de este año me dio unos de los placeres más grande de la década: Misterios de Lisboa. Murió Ruiz, muere algo en mí. RK
Se murió un cineasta inmenso. uno de los grandes realizadores de planos secuencia maravillosos. Saludos, edf
espero que no sea otro cineasta sobrevalorado… Los Misterios de Lisboa no me produjeron la mas mínima curiosidad y la corté a la hora y media. Es decir, en esa primera hora y media no sucedió nada, no aprendí nada y tampoco me entretube.
Vamos a ver que pasa con Klimt, aunque no le tenga mucha fé. Tantos actores grosos… tal vez para remedar algo que el guión no tiene.
P/D: que caso con los chilenos en el exterior no? tienen artistas, músicos y escritores orbitando por el mundo, incluso personajes como Jodorowski..
Pindonga: no sé si tenés o no que esperar si se trata de un cineasta sobrevalorado. Lo cierto es que la obra de Ruiz posee una riqueza ostensible, tanto formal como temática.
Klimt no está entre sus mejores películas, aunque la versión larga es mucho mejor que la editaba y estrenada en Europa.
Misterios de Lisboa es una obra maestra, pero es un film que habría que verlo en pantalla grande. Es otro film, sin duda; su textura es única y el trabajo sobre la luz natural merece ser estudiado a fondo; verla en un computador es como creer que una buena paja es conmensurable a un buen polvo. Es posible que el contenido ligeramente melodramático resulte poco «profundo», pero aquí las virtudes pasan por la forma y la modalidad del relato, cuya sintaxis repiten cierta lógica onírica. La famosa idea de la puesta en abismo alcanza aquí un grado magistral.
Por último, los mejores títulos de Ruiz: El realismo socialista; La hipótesis del cuadro robado; La paloma blanca, Tres vidas y una sola muerte; La villa de los piratas, entre alguna que he podido ver.
Los chilenos: sí, Guzmán es otro (Jodorowski me gusta más como cineasta; como gurú afrancesado y objeto de adoración de clase media globalizada con tendencia New Age aunque no dispuesta a entregar su razón a cualquiera, me parece que AJ estar más cerca de Osho tras una largas vacaciones en París que de un pensador sólido y un provocador auténtico). Pero Ruiz, estimado Pindonga, era el más grande de la patria de Allende: un cineasta salido del Renacimiento, capaz de discutir a Prigogine, Epicuro, Hollywood y Proust. Era único; escucharlo hablar resultaba un placer extraordinario: un discurso rizomático, inacabable, abierto, en donde la asociación libre alcanzaba hipótesis geniales enlazando conceptos que no parecían pertenecer a un mismo orden.
Saludos. RK
Epa. No hay que desmerecer la riqueza de una buena paja. Y a vos, Raúl querido, gracias por todo; especialmente por Un lugar entre los vivos, una de tus películas más felices.
Bueno bueno! cuanta crispación Koza! ante todo te comento que prefiero una buena paja antes que sentarme en el cine con tantas pijas en el culo.
Y 2º, eso de la cuestion formal-pantalla grande- textura- color- y blah blah blah, parece mas bien un comentario de putos que de un crítico de cine serio.
SALU2
Ninguna crispación amigo Pindonga, y ningún problema de ser puto, a pesar de que no lo soy. Y si soy un crítico en serio o no, con toda amabilidad, te lo digo, no es algo que me desvele. Sí me interesa trabajar, escribir y dar a conocer, según mi entender, lo mejor que tiene el cine. Y Ruiz es uno de los puntos más altos de los últimos años. No creo que sea menor en dónde vemos una película. Y del resto de lo que decís no tengo nada que decir.
Saludos para vos y Mulder.
RK
No creo que Ruiz sea uno de los puntos álgidos del cine. Será olvidado. Su cine remite a elementos residuales, hasta suena falsamente humilde. Formalmente vetusto y anticuado, por no llamarlo falto de lucidez y ñoño.
Prefiero el Noah Baumbach de The squid & the whale, el Reginald Harkena de Monkey Warfare, el Hal Hartley de Henry Fool, el Alain Resnais de las Hierbas Salvajes, el Jarmush del Ghost Dog y hasta el mismísimo Ridley Scott de Blade Runner.
P/D: Ruiz no existe.
A propósito: no sabía que todavía se usaba el término «computador» jaja!
Che. A mí me encanta Ruíz. Mi bien ganado prestigio me obliga a señalar el peligro de que un saludo conjunto me involucre con Pindonga, que de cine sabe lo que su nombre. Hecho el descargo, saludo atentamente.
Mulder: un saludo para usted. RK
Pindonga: Ruiz no existe más, pero sus películas prevalecerán. Saludos computados. RK
Roger: Muy interesante tus reflexiones sobre Ruiz, te agradezco en particular las recomendaciones sobre las películas a tu juicio más valiosas. Sin embargo me quedé con una duda, más arriba decís: «La famosa idea de la puesta en abismo alcanza aquí un grado magistral». No entiendo esta frase:¿Que es una puesta en abismo y porque resulta magistral en la peli que mencionás?
Te respondo en un rato, cuando regrese a mi casa. RK
«Es como creer que una buena paja es conmensurable a un buen polvo»… ¡qué nivel!… no sabía que la escatología formaba parte del vocabulario de quienes se consideran críticos sesudos y exigentes como usted. En cualquier momento, la tenemos como crítica de cine a V. Bertucelli diciendo «esta película es una mierda»… Personalmente, prefiero a los críticos que eligen metáforas menos vulgares para expresar sus ideas.
Yo una vez me hice una paja en el cine, siempre se puede amalgamar los universos; por lo demás coincidir, o no coincidir, son solo maneras de estar con el otro. Pero, Roger, te estoy enviando un texto, si tenés algo de tiempo y algo de ganas observalo. Te aseguro es del todo inexacta la idea que tenés de Osho. Es una pena que lo desestimes. Es un pensador notable aunque desde un paradigma opuesto al tuyo. Pocos místicos han usado el intelecto de una manera tan “provocadora”. Y respecto a su “solidez”, después de 10 años de leerlo, pensar que Osho no es un pensador sólido es poco más o menos que imposible. Pero hay que entrar en sus discursos fechados. Los libros temáticos con párrafos seleccionados son un queso, no dan cuenta de la pertinencia ni del espesor de su discurso.
Abrazo en las diferencias.
Edgar.
Estimado Javier: acepto que no le guste mi expresión impúdica, pero en este blog, que sí es respetuoso de las diferencias, no se ejercita moralismo alguno. La expresión no es quizás feliz en su estilo, pero sí es semánticamente precisa, la metáfora, claro está.
En ningún lugar de este blog habrá de encontrar usted que me presente como un crítico sesudo y exigente. Escribo de cine, lo hago con pasión y en la medida de mis posibilidades, con responsabilidad.
Me parece que si usted lee el blog, decir que éste comparte la retórica de Bertuccelli, es una afirmación hiperbólica y con cierto afán de explicitar discordia, además, me parece impreciso, pero si así le parece, tiene usted todo el derecho en opinar lo que desee. No obstante, su difusa violencia discursiva no la comprendo a fondo, como si usted quisiera decir algo más y ha encontrado en esa expresión mía un motivo para decir algo que excede la circunstancia. Pero está bien; en los blogs siempre aparecen comentadores con esa necesidad o ejercicio de estilo virulento. Aquí tendrá ocasión de decir esto y mucho más.
Querido Edgar: Osho, cuando era Rajneesh, tenía más pretensiones filosóficas, y algunos de sus libros eran interesantes. Está claro: el tipo estudió filosofía en Poona, y en su momento habrá leído filosofía de oriente y occidente.
Más que un pensador, Osho, siempre me pareció un compilador de ideas rápidas proveniente de distintas tradiciones. Su irreverencia casi caricaturesca y su jocosidad programática pueden resultar simpáticas, pero no puedo dejar de pensar sus 107 automóviles de lujo, sus excentricidades de todo tipo y esa cosa absurda de sostener un discurso del más allá del bien y el mal, convirtiendo la riqueza en tópico de provocación. Recuerdo haber estado en su ashram en la India y tener una sensación de incomodidad visceral. En el contexto indio, su ashram era un despropósito y una obscenidad. Recuerdo que ver a todo el mundo vestido de rojo, con ojos con parches y en un clima de felicidad exhibicionista, siendo la mayoría alemanes, me llevó a pensar en el secreto fascismo característico del misticismo, pues toda declaración de acceso al absoluto viene acompañado de un giro autoritario, ya que la administración propone una asimetría entre el iluminado y el que vive en la oscuridad.
Respeto mucho al filósofo Peter Sloterdijk, un tipo que me parece distinto al resto de sus colegas: creativo, libre, singular; su obra es rica y diversa. El alemán supo ir a Poona, y llegó a comparar en algún momento al gurú indio con Lacan, otro tipo de gurú, si se quiere. Por otro lado, la inconsistencia de Osho millonario no me parece gratuita; del mismo modo, por citar otro caso, indirectamente ligado a Sloterdijk, que el nazismo de Heidegger no me resulta gratuito respecto de su obra, lo que no la invalida de raíz. Son impresiones.
Prefiero, si tengo que leer misticismo oriental o filosofía de esa procedencia, volver a los textos de los dos Krishnamurti, repasar la obra del Ramana Maharshi y retomar los razonamientos de Nagarjuna. Un abrazo para vos.
Por favor… a todo esto, permitime compartir contigo y con todos este video sencillamente divino… El Flaco es Dios.
No dije que me parecía impúdico lo que Ud. escribió, sino que su vocabulario es pobre. Le sugiero otras metáforas: Es como creer que hacer un brindis es conmensurable a ponerse en pedo… Es como creer que mirar una teta es conmensurable a tocar un buen culo. A lo mejor a Ud. le parezca válido escribir de esta manera. Yo creo que un crítico de cine debería expresarse de otra forma.
Me parece que de los 300 millones de palabras en este blog usted eligió 15 para descalificar un trabajo. Es una elección, la suya. Saludos. RK
Roger, tengo replica, y un tiempo absolutamente precipitado. En principio tu mirada es, justamente, una mirada, y Oriente, el principio ancestral que determina «ese» acercamiento a la realidad, desarticula el poder dictatorial de los conocimientos, de los conceptos, de los argumentos, de lo racional. Conocer no es comprender. Saber no es comprender. Comprender es un acceso por sobre lo intelectual, A veces a través de ello. A veces no. Abrazo. Ed.
Querido Edgar: no sé si tengo réplica o no; no tengo deseos de imponer lo que pienso, sí expresarme con claridad y mantenerme abierto para una vez más estar dispuesto a pensar de otro modo.
No creo, sinceramente, en un tipo de acercamiento ancestral a la oriental; Oriente, dicho así, es una abstracción, pues sus culturas son muchas y sus expresiones religiosas no son todas iguales, incluso hasta llegan en varias ocasiones a ser teologías y filosofías contradictorias.
Tampoco puedo aceptar una distinción entre lo raciona y un nivel más profundo de conocimiento, el que denominás comprender. Me parece que son estrategias lingüísticas para fundamentar una posición más cercana a la fe que a la constatación pública de un tema y objeto de estudio o contemplación. Estas divisiones y esquemas divisorios siempre los he concebido como sistemas racionales poco consistentes, y en este sentido incoherentes, para sostener creencias que, examinadas con cuidado y honestidad, son insostenibles, excepto que uno esté dispuesto a entregarse a una religión, y, aunque suene fuerte, y sin ningún objetivo de descalificación, asumir el confort de una superstición.
RK
Acabo de ver Misterios de Lisboa y me subyugó. Los planos secuencia, la profundidad de campo, es decir: el plano (la forma) no puesto al servicio de las historias que se nos cuentan (aquí hay muchas historias, rizomáticamente trabajadas, buñuelianamente encastradas, el Buñuel de El discreto encanto de la burguesía, por ejemplo) sino el plano, precisamente, como lo que permite la proliferación de las historias que bien, a la vez, pueden haber sido el sueño de un adolescente en su delirio previo a la muerte. Planos que también remiten a la pintura de un Courbet, por ejemplo, y a la luz de sus telas (secuencia del duelo). Hay un diálogo inmenso con la plástica francesa del XIX. Y por otro lado me pareció que había una decisión política en filmar en portugués (y no en francés) una película que trasvasa (a falta de mejor término) un texto de un escritor como el del prolífico Camilo Castelo Branco. Lo hablado en francés también está en la novela. Saludos, edf