SEMANA DEL 01 AL 07/06 EN CINECLUBES
LA CUMBRE: SALA LUIS BERTI, BELGRANO 470
3 de junio, 20.30hs:
La palabra, de Carl Dreyer, Dinamarca, 1954
126’ / +16
Cortometraje previo: Lapsus, de Juan Pablo Zaramella, Argentina, 2007
Esta grandiosa película de Carl Dreyer se ocupa de los matices morales y metafísicos del amor: ¿es una cuestión de sexo o del espíritu? ¿Una fuerza de represión y control o una promesa de una expansión infinita? Una campesina muere; su cuñado, un pastor fracasado, promete resucitarla. El conflicto se cristaliza en un famoso diálogo (de una pieza teatral de Kaj Munk), cuando el padre, intentando consolar a su hijo viudo, dice: “Ella ya no está entre nosotros… Está en el cielo”. El hijo responde: “Sí, pero también amo su cuerpo”. La dirección de Dreyer ha sido descripta como demasiado teatral, quizás porque la acción se circunscribe en demasía a la casa de campo; sin embargo, la exploración espacial de su cámara y el montaje son profundamente cinematográficos y expresivos. La película es extremadamente sensual en su austeridad, una paradoja siempre presente en el corazón de su obra. (Dave Kehr)
VILLA GIARDINO: SALA TEATRO-CINE ALEJANDRO GIARDINO
7 de junio, a las 20.00hs:
El viaje del globo rojo, de Hou Hsiao Hsien, Francia-Taiwán, 2007
115’ / ATP
Cortometraje previo: Lapsus, de Juan Pablo Zaramella, Argentina, 2007
No sé qué hubiera dicho Bazin sobre esta versión de El globo rojo, famoso film infantil de Albert Lamorisse en el que un niño entabla un vínculo afectivo con un globo, pero sospecho que este film de Hou, ninguneado con ligereza por muchos de mis colegas, le hubiera gustado mucho, al menos posee diversos pasajes de cine puro y un lenguaje cinematográfico singular y refinado. Comisionada por el Museo d’Orsay, ésta es la segunda película de Hou en la que trabaja sobre un territorio en el que es extranjero, pero, como ocurría con Tokio en Café Lumière, su mirada transforma París en un espacio misterioso y luminoso, como si jamás hubiera sido filmado. En esa ciudad trastocada por un observador delicado, Juliette Binoche, quizás en el mejor papel de su carrera, interpreta a una madre soltera, desbordada por su trabajo como actriz y otras situaciones personales; una estudiante de cine de China cuida a su hijo. Como suele suceder en el cine de Hou, predominan las situaciones por sobre una línea narrativa ortodoxa, aunque Hou convierte el living de una casa en un laboratorio social en el que se divisa algo más que la dinámica familiar. Sin primeros planos, el director elige los planos medios extensos y los reflejos en espejos como aproximación a este mundo desconocido. Ocasionalmente, un piano acompaña sus lentos movimientos de cámara; son instantes de calma y hermosura. El famoso globo en cuestión tendrá sus apariciones, aunque el aporte animista proviene del teatro de títeres de la dinastía Yuan, del que se ven fragmentos de un ensayo. (Roger Koza)
Que envidia me dais los que podaís ver las dos peliculas esta semana.
Una vez más, esta aventura cínefila de Roger y compañía me abrieron las puertas al cine de un director realmente increíble: Carl Dreyer. «La palabra» todavía me tiene pensando, tratando de descifrar los personajes, lo real y lo irreal, la locura y la cordura. Gracias Roger, Vivi y el resto de la troupe por esta gloria que es el cineclub «Con los ojos abiertos». Saludos.