SEMANA DEL 11 AL 17/10 EN CINECLUBES

SEMANA DEL 11 AL 17/10 EN CINECLUBES

por - Cineclubes
12 Oct, 2010 12:32 | Sin comentarios

PELÍCULA DEL MES

13 de octubre, a las 20.30hs:

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La rabia, de Pier Paolo Pasolini, Italia, 1962

78’ / ATP

Mediometraje: El pasaje subterráneo (28’), de Krzystof Kieslowski, Polonia, 1974

En 1962, Pasolini es invitado por el productor Gastone Ferranti a realizar un film de montaje con material recopilado de “Mondo Libero”, una especie de “Sucesos Argentinos”. Con más de 90.000 metros de película, el director de Accatone compone un poema visual legítimamente marxista y lúcido sobre los acontecimientos políticos y sociales de las seis primeras décadas del siglo XX: la revolución rusa, la cubana, la húngara, la guerra de Corea y Argelia se entremezclan con un elogio sincero de los desposeídos del mundo y diatribas contra el poder celestial de la Iglesia, el democratismo imperialista norteamericano, el surgimiento de la televisión (“una nueva arma de la hipocresía y la mentira”) y la monarquía inglesa: “¿Cuál será el futuro de una clase obrera que hoy hace huelga por el derecho a la hora del té”. Quienes hayan visto Del tiempo y la ciudad, de Terence Davies, podrán encontrar ciertas similitudes en cómo un gran cineasta puede trabajar con el registro de miles de camarógrafos anónimos cuya misión es filmar los eventos que hacen la historia cotidiana y la gran Historia. Aquí, Pasolini parece postular el advenimiento de una nueva prehistoria. A juzgar por las décadas siguientes, su diagnóstico parece certero: somos orangutanes con Wi-Fi. (Roger Koza)

VILLA GIARDINO: EN EL TEATRO ALEJANDRO GIARDINO

LA PELÍCULA DEL MES

17 de octubre, a las 20.00hs:

https://i0.wp.com/www.pochoclos.com/wp-content/uploads/2008/12/elcantdelsocells2.jpg?resize=300%2C200

El canto de los pájaros, de Albert Serra, España, 2008

98’ / ATP

Cortometraje: Van Gogh (18’), de Alain Resnais, Francia, 1947

Primero fue El Quijote, ahora la pieza elegida es más bien una fábula, la de los Reyes Magos, aunque nuestro antropólogo de Marte parece querer entender cómo opera en nuestra especie la necesidad de creer, y por ahora ha elegido como fondo el Cristianismo. Los primeros 20 minutos de El canto de los pájaros son magníficos. Van los Reyes Magos caminando y luego descansan, a veces juegan y nadan, mientras esperan algún guiño vertical del Altísimo. En el peregrinaje tendrán que tomar decisiones. Después aparecen José, María, un bebé y una cabra bebé. Dicen pocas cosas, pero todo pasa por una espera pletórica de sentido, en algo que puede parecer sin sentido. La estadía de los reyes magos en el hogar de José será breve. Hay que llegar a Egipto. El canto de los pájaros remite a un tiempo en donde creer no implicaba una autoconciencia de creer (saber que se cree). Sin primeros planos, cada encuadre privilegia los paisajes y los grupos humanos. Son los hombres que viven en la tierra y tienen un cielo. Un plano contrapicado bajo el agua muestra a los reyes nadando. Podría durar horas. Los momentos cómicos se predican del absurdo y la repetición; también de la interpretación de los sueños. Así pasan los minutos, y la película finaliza con un plano general en el que en su profundidad los reyes se abrazan como si hubieran encontrado algo milagroso. Apenas se ve, porque cromáticamente el gris difumina los cuerpos en la lejanía. Las noches en blanco y negro y el desierto de El canto de los pájaros son inolvidables. (RK)