SEMANA DEL 23 AL 29/08 EN CINECLUBES
LA CUMBRE: EN EL CINE LUIS BERTI, BELGRANO 470
25 de agosto, a las 20.30hs: Godard en foco
Lemmy contra Alphaville, de Jean Luc Godard, Francia, 1965.
95’ / +13
Cortometraje: Escuela de carteros (16’), de Jacques Tati, 1947
FUNCIÓN ESPECIAL: a las 18.45hs, El ambulante (87’), de Adriana Yurcovich, Eduardo de la Serna y Lucas Marcheggiano, Argentina, 2009.
Las calles poco adornadas de Paris se convierten en Alpha 60, capital del Dolor, en esta película de ciencia ficción punzante y nublosa de 1965. Es la película más política de Godard antes de completa radicalización, y probablemente su film más angustiante. El territorio que recorre el agente especial Lemmy Caution (Eddie Constantine, la estrella de cine clase B) es inexorablemente estéril y opresivo, un desierto de cajas arquitectónicas de vidrio e infinito corredores blancos. La perspectiva sobre la tecnología como algo inherentemente malvado es quizás demasiado simple para la mente paradójica y delicada de Godard, y a veces el film no ofrece una crítica contundente. Sin embargo, la película es un ejemplo sobresaliente del poder del realizador para transformar, a través de una elección de ciertos detalles, un medio ambiente: todo es familiar, pero nada es reconocible. (Dave Kehr)
VILLA GIARDINO: EN EL TEATRO ALEJANDRO GIARDINO
PELÍCULA DEL MES
29 de agosto, a las 20.00hs:
Secreto rayo de sol, de Lee Chang-dong, Corea del Sur, 2007
142’ / +13
Función especial: a las 18.30hs., Elvira en el Río Loro (9’), Argentina, 2009, seguido por Primera pelea en Venecia (6’) de Jose Villafañe y Cecilia Salim, Argentina, 2007, y seguido por Yo, Duras (61’), de Gustavo Galuppo, Argentina, 2009. *
La cuarta película del escritor y ex ministro de cultura de Corea, Lee Chang-dong, es un estudio precioso e impío (aunque respetuoso) sobre la creencia y el proselitismo religioso. Una madre y su hijo se mudan de Seúl a Miryang, la ciudad en la que nació su esposo, quien ha muerto. Shin-ae (la excepcional Jeon Do-yeon) intenta reconstruir su vida y darle otro mundo a su hijo. La fortuna no la acompañará, lo que la llevará, dada ciertas circunstancias extremas, a convertirse acríticamente al cristianismo. Lee sugiere y jamás subraya: la sociedad coreana es parsimoniosamente violenta, la institución familiar problemática, la fe una demencia colectiva, y tales señalamientos sin embargo no legitiman una mirada cínica del mundo y los vínculos entre las personas. En ciertos gestos, Lee parece apostar a una forma discreta de consuelo, el que puede ofrecer la vendedora de un local de ropas y el sostenido acompañamiento de un pretendiente sin suerte. En las tres ocasiones en las que Lee decide musicalizar sus escenas los acordes melancólicos del argentino Christian Basso se conjugan perfectamente con los trabajados planos de la película, que a menudo suelen revelar en los detalles aspectos centrales de sus personajes y el mundo en el que viven. Secreto rayo de sol es profundamente materialista: el límite del mundo es lo que vemos. (Roger Koza)
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