Fitzcarraldo

Por mucho tiempo, gente que no sabía de nuestro mutuo cariño nos proponía como rivales: él, un supuesto crítico de cine pop dispuesto a defender un film de Stallone con un cuchillo entre los dientes; yo, un supuesto paladín del cine arte listo para destruir cualquier producto llegado de California.

La verdad es que ese enfrentamiento fue siempre una quimera y esa caracterización inexacta e injusta. Lo recuerdo muy bien: Miguel Peirotti y yo defendimos a muerte un film de Gustavo Fontán, tal vez el más difícil de su filmografía: La orilla que se abisma; Miguel y yo, lo puedo imaginar, defenderíamos a muerte películas como Zoolander y Una película de guerra.

Hace ya unos años que Miguel no escribe semanalmente. Cuando lo supo hacer siempre percibía en sus críticas una ostensible pasión por el cine; la que resultaba contagiosa y querible. No es frecuente que la palabra escrita transmita el amor de su responsable por una actividad determinada, en este caso específico el cine. Eso consistía, al menos para mí, la característica personal de su escritura.

Así respondió Miguel a mi pedido epistolar sobre sus diez películas favoritas, su top ten, su canon internacional:

 “Roger querido: Van mis diez películas, a bocajarro, sin texto. Y sin orden porque cambio de parecer todos los días. No obstante, como elecciones personales, dan un estimativo preciso de mi caleidoscopio audiovisual interior.

La más nueva de la lista es «Madre e hijo», lo que habla de mi actualización autoral del cine. También habla de mis preferencias temporales. Evité el mapamundi y hay países que se repiten.

Abraxo!”

Es un gusto contar con su aporte. (Roger Koza)

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El canon internacional

– El samurai, de Jean-Pierre Melville

– Alexander Nevsky, de Sergei Eisenstein

– La pandilla salvaje, de Sam Peckinpah

– Érase una vez en América, de Sergio Leone

– La gran guerra, de Mario Monicelli

– Carretera perdida, de David Lynch

– Fitzcarraldo, de Werner Herzog

– Toro salvaje, de Martin Scorsese

– Yojimbo, de Akira Kurosawa

– Madre e hijo, de Aleksandr Sokurov