UN PAÍS SIN CABEZA: EL 2023 EN PELÍCULAS
Como suele pasar con los profetas, sus palabras tienden a la hipérbole, estén dirigidas a sus acólitos, que abrigan desmedidas esperanzas ciegas, o contra sus detractores, que rechazan el encantamiento del presunto líder de un movimiento. ¿Qué pasará con el cine argentino? ¿Qué pasará con un festival como el de Mar del Plata, que depende directamente del INCAA? ¿Qué ocurrirá con los sistemas de financiamiento y con los modos de exhibición? Las leyes lanzadas por el gobierno con urgencia y precipitación desmedida esbozan una política.
Quienes tienen la responsabilidad de dirigir los destinos de la nación han expresado su desdén predeterminado por el cine argentino, del cual ignoran casi todo. Sin saber mucho de qué se trata ni mucho menos conocer la realidad microscópica de su funcionamiento, uno de estos nuevos líderes juveniles se regodeaba anunciando el futuro cierre del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales Por su parte, el mandatario argentino ratificó en varias ocasiones el deseo de clausurar el instituto, suponiendo que son los impuestos directos de los contribuyentes los que permiten producir películas que en su gran mayoría no ve nadie. ¿A quién le pueden interesar películas como Las cosas indefinidas, La práctica, La terminal, Eureka, Arturo a los 30 o El auge del humano 3? Quizás su filiación afectiva intelectual (pongámoslo así) por la ciudad de Klimt, Wittgenstein, Popper y Freud, y no solo por los marginales economistas vieneses que cita con auténtica devoción, podría hacerle cambiar de opinión, si se enterara de que varios de esos ignotos títulos fueron celebrados en Viena. (Ahora sabemos que de momento no hubo cierre; el instituto sigue en pie, pero un desfinanciamiento radical podría tumbarlo).
En la “nueva” visión del país, ¿a quién se le podría ocurrir que el Estado deba acudir en auxilio de las artes? El mercado, esa divinizada entelequia reguladora, cuyo prestigio epistémico no está lejos del que ostenta la metempsicosis y la telepatía, establecerá el criterio necesario, según la ley de la oferta y la demanda, para que las obras del futuro encuentren el apoyo económico que precisan. En la Nueva Era, la racionalidad económica es ubicua. Los números mandan, la taquilla expresa el deseo.
Lo cierto es que el año que concluye fue notable para el cine argentino. Las películas vernáculas circularon por todos los festivales de cine de renombre, las revistas especializadas de mayor prestigio del mundo eligieron entre las mejores del año a varias de las películas ya mencionadas, y no es excepcional que una película argentina se estrene en lugares recónditos. Cuando acecha la maldad no solo recoge alabanzas en Estados Unidos; en este preciso instante se puede ver en los cines de Manila.
Debe ser un hecho histórico que la redacción de Cahiers du Cinéma haya elegido Trenque Lauquen, de Laura Citarella, como la mejor película estrenada en Francia. En Viena, por cierto, es un film de culto.
Los estrenos
Hubo un tiempo en que el jueves tenía la fuerza simbólica que ostentaba el domingo por la mañana para un creyente. El deseo de abrir los ojos o persignarse ante el Altísimo y hacer una genuflexión frente al altar son actos reflejos de un mundo que ya no existe. ¿Dónde, cuándo y cómo se ven realmente las películas hoy? Las plataformas, los festivales, las páginas ilegales, los cines, los ciclos en salas alternativas han cambiado completamente el tiempo de vida de las películas y el espacio de encuentro con los espectadores. Un ejemplo: Errante. La conquista del hogar, de Adriana Lestido, una película que tiene la virtud terapéutica de reenviar la percepción a un estadio primitivo exento de las lógicas de la aceleración y el estruendo que invaden el acto de ver y escuchar, sigue en cartelera. Pasó el otoño, el invierno y la primavera. Sigue en verano. Para los adoradores del éxito en los más ramplones términos matemáticos, he aquí un caso de estudio. (Es una desgracia que no haya sucedido lo mismo con El juicio, de Ulises de la Orden, una película que quedará en la historia del cine vernáculo y resulta el gran antídoto para la desmemoria argentina y las tergiversaciones interpretativas del pasado reciente).
El 2023 no fue el mejor año para las películas de superhéroes. Una revisión feminista de la biografía de una muñeca y la reconstrucción de la vida de un atormentado físico cuántico llevaron más público a los cines que la permanente invasión de seres poderosos representantes del imaginario estadounidense. La adolescente mitología secular llevó menos gente con sus productos que Oppenheimer y Barbie. En efecto, el pueblo joven prefirió adentrarse en las paradojas de la cuántica o la deconstrucción lúdica del imaginario patriarcal. Para una época casi ágrafa como la nuestra, es un pequeño triunfo del cine, lo que no significa que el arte cinematográfico haya sido vindicado por las películas de Nolan y Gerwig.
En tres películas con vocación popular, el cine del siglo XX (o la tradición que se erigió en él y que comienza a desconocerse a medida que las imágenes que circulan ya no tienen relación alguna con la tradición nacida con Keaton, Ozu, Ford o Renoir) revivió misteriosamente. Si el cine nació bajo la fascinación del movimiento y el deseo de capturar el instante en la duración, nada resultó más conmovedor que John Wick 4 y Misión imposible, dos películas que además retratan la amistad como un valor innegociable. Basta recordar la primera secuencia de lucha en el interior de un hotel en Japón o toda la escena en la que Hunt salta con su moto por los aires para volver a sentir la relación del cine con lo real. La relación del cuerpo con el movimiento no se simula en ambas películas; persiste en las dos una vetusta noción de lo real en relación con el espacio-tiempo que implica el sostenimiento de un plano. A la otra película “anacrónica” del año no le faltan pasajes magníficos sobre el movimiento, como aquel en el que Harrison Ford va a todo galope por la estación de subte. Pero lo hermoso de Indiana Jones 5 radica en cómo reestablece la amalgama entre la aventura y el conocimiento. El brillo de los ojos del legendario señor Jones al encontrarse con Arquímedes sintetiza una emoción en extinción. El amor por el conocimiento se filma cada vez menos, y ese prodigioso cruce de miradas entre el arqueólogo y el matemático no es otra cosa que la reafirmación de la dignidad de la voluntad de saber.
Hubo otras películas semejantes y disímiles en sus poéticas: El cielo rojo, Trenque Lauquen, Los delincuentesreconocen filiaciones estéticas, retoman viajes inquietudes del cinematógrafo y evocan lazos con la palabra y por ende el conocimiento. Son películas que se desmarcan enteramente del cinismo circundante y del desprecio que se le dispensa gratuitamente al prójimo. En esas películas se cree en el cine porque se cree en el mundo. Faltan películas como las de Christian Petzold, la ya mencionada Citarella o Rodrigo Moreno. ¿Se ha visto recientemente una introducción a la experiencia perceptiva de lo dado en relación con la palabra poética como en Los delincuentes? El momento en el que Morán descubre en la cárcel La gran salina de Ricardo Zelarayán, esa fracción de segundo en que se puede constatar que un hombre entreve en la palabra una nueva caligrafía para leer sus sentimientos, es lo más parecido a un milagro. Un poema puede contrarrestar el envilecimiento que se ha vuelto costumbre.
En estos menesteres, hubo dos grandes películas que se estrenaron y que tienen el sello de sus respectivos maestros. En Los asesinos de la luna de Martin Scorsese, se revela que la nación estadounidense ha escrito toda su historia sustituyendo un genocidio por otro. Cuando Scorsese toma sorpresivamente la palabra en el desenlace, su boca y su voz son las de Chaplin o Rossellini, o las de todos los cineastas que dijeron “así no”. Es que la convicción de los grandes cineastas fue siempre una: el cine, antes de ser un arte y tantas cosas más, puede delinear estéticamente una impugnación de todo lo que no está bien en el mundo. ¿No es exactamente eso lo que sucede en Hojas de otoño? Kaurismäki sabe como pocos que la más potente resistencia no se ejerce señalando las maldades del mundo, sino materializando lo que parece imposible, incluso inconcebible: formas de vida erigidas en la ternura y el cuidado. Filmar hoy la fraternidad de las criaturas, insistir acerca de la amabilidad entre extraños es el mayor acto de rebeldía ante una sociedad regida por el más rudimentario interés propio y la especulación infinita, mezquina, voraz.
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BONUS TRACK: CUATRO LISTAS
Por orden de prioridad
10 estrenos extranjeros:
Hojas de otoño (Kaurismäki, 2023)
El gran movimiento (Russo, 2021)
Los asesinos de la luna (Scorsese, 2023)
Onde fica esta rua? ou Sem antes nem depois, (Rodrigues-Guerra, 2022)
John Wick Chapter 4 (Stahelski, 2023)
Asteroid City (Anderson, 2023)
Skinamarink, el despertar del mal (Ball, 2023)
Cielo Rojo (Petzold, Alemania, 2023) / La montaña (Salvador, 2022)
The Quiet Girl (Bairéad, 2022)
Indiana Jones y el dial del destino (Mangold, 2023)
10 estrenos nacionales:
El juicio (de la Orden, Moreno, 2023)
Los delincuentes (Moreno, 2023) / Clorindo Testa (Llinás, 2023)
Trenque Lauquen (Citarella, 2022)
Dueto (Cozarinsky-Ferro, 2023) / La vida a oscuras (Bellande, 2023)
Arturo a los 30 (Shanly, 2023)
Estertor (Jallinsky-Marinaro, 2022)
Puan (Alché-Naishtart, 2023)
Errante, la conquista del hogar (Lestido, 2022)
Sobre las nubes (Aparicio, 2022)
Los convencidos (Farina, 2023)
10 películas no estrenadas comercialmente:
Nu astepta prea mult de la sfârsitul lumii (Jude, 2022)
Rapito (Bellocchio, 2023)
Cerrar los ojos (Erice, 2023)
Frente a Guernica (Gianikian- Ricci Lucchi) / El realismo socialista (Ruiz-Sarmiento, 1973-2023)
As Filhas do Fogo (Costa, 2023) / Here (Devos, 2023)
Musik (Schanelec, 2023)
Le Grand Chariot (Garrel, 2023)
Voyage au Lac (Démoris, 2023) / Nuit obscure — Au revoir ici, n’importe où (George, 2023)
La palisiada (Sotnychenko, 2023) / Bên trong vỏ kén vàng (Phạm Thiên Ân, 2023)
10 películas argentinas no estrenadas comercialmente:
Mixtrape La Pampa (Di Tella, 2023)
Eureka (Alonso, 2023)
La terminal (Fontán, 2023)
Las cosas indefinidas (Aparicio, 2023)
El auge del humano 3 (Williams, 2023)
El viento que arrasa (Hernández, 2023)
La gruta continúa (D’Angiolillo, 2023)
The Urgency of death (Seles, 2023)
Abril, verde, amarillo (Aulicino, 2023)
Viento del Este (Gattás Vargas, 2023)
*El texto fue publicado con otro título y en otra versión por Revista Ñ en diciembre 2023.
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