VIEJOS MITOS, NUEVOS HÉROES

VIEJOS MITOS, NUEVOS HÉROES

por - Entrevistas
14 Ene, 2025 07:04 | Sin comentarios
Algo viejo, algo nuevo, algo prestado sigue en cartelera. Es una de las grandes películas del cine argentino de los últimos años. Hablamos con Hernán Rosselli, su director, que tiene mucho para decir sobre su tercera película.

Las imágenes se acumulan, se suceden, están en todos lados. Una colección de VHS, con su piel rasgada, anuncia otro tiempo. Un hombre que capturó el rostro cambiante de su amada, y en el mismo acto, la talló en una imagen pétrea. Algo efímero, algo continuo, algo eterno. Un mito escrito con una vieja cámara familiar. 

Hernán Rosselli vio los videos caseros de la familia Felpeto e intuyó que ahí, en esos registros de viajes y cumpleaños, podía haber una película. Pero no una que convirtiera los archivos en un fetiche, como acostumbra el cine argentino cada vez que rinde culto a sus tótems del pasado y de la intimidad. El desafío consistía en la fabulación. Tomar aquellas imágenes para encontrar sus grietas: ese pequeño vacío que se abre cuando las cosas se dejan de tomar como dadas, y en cambio se entrevé otra posibilidad. Un pequeño resquicio llamado ficción.

 Algo viejo, algo nuevo, algo prestado, el resultado de aquel proceso, utiliza el documento sentimental de una familia para construir una épica criminal que atraviesa muchas décadas, e incluye muertes misteriosas, hijos ocultos y un negocio clandestino que se pasa de generación en generación, como algunas familias se heredan cristales y gemas. Con ese gesto de arrebato, Rosselli hace ver a los mismos registros caseros como ficciones que las personas montan para darle orden y sentido a sus vidas. Pero también entiende que el cine de gángsters, esa fuente honda de la que bebe, es también otro mito que necesita alzar y derribar en simultáneo. Invoca a sus héroes y semidioses para bajarlos a la realidad: los baña en luz natural y los acompaña en sus actividades más terrenales, donde el imaginario pulp se vuelve vida popular. 

La última película de Rosselli, justamente celebrada, explora el peso de cargar con un legado familiar. Pero entiende, sobre todo, que la historia del cine también está hecha de herencias. Y que la única manera de hacerles justicia es traicionándolas. 

Rosselli en la Viennale 2024

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Iván Zgaib: El título de la película remite a una vieja creencia, pero uno también podría pensar que refiere a ciertas operaciones cinematográficas que hacés vos, ¿no? Lo prestado podría ligarse a los archivos de la familia Felpeto, con los cuales construís tu ficción. Más allá del origen de ese material, ¿qué fue lo que viste en esos archivos que te hizo pensar: acá hay algo, acá puede haber una película?

¿Cómo fue crear tu propia puesta en escena teniendo ese material preexistente? ¿Había un diálogo con esas imágenes que diseñó Hugo?

Algo viejo, algo nuevo, algo prestado

Al mismo tiempo, ese formato remite a cierto linaje del clasicismo: el cine de gángsters, el cine negro. Una vieja tradición de la historia del cine con la que establecés un diálogo.

Hay cierta austeridad en la imagen que construís, ¿no? Hay un juego con la luz y con invocar la belleza de la imagen sin que tienda a un formalismo exacerbado, que podría ser otro camino. Porque incluso cierto noir también tiene una búsqueda más expresionista de la imagen, que no es exactamente lo que pasa acá.

Esa intimidad que creás con los actores se traslada a la misma película. Estás filmando una actividad que para la mayor parte del público seguramente sea ajena a su propia vida, pero sin mirarla espectacularmente o glamurosamente, ni siquiera trabajando los personajes como si fueran arquetipos de un género. ¿Cómo o por qué filmar eso que puede ser  extraño de una manera tan mundana?

Algo viejo, algo nuevo, algo prestado

Esa tensión también parece existir dramáticamente hacia el interior de la película, en relación a la protagonista. Hay algo que sucede en su historia familiar que ella nunca va a saber. No va a conocer la verdad completa sobre su padre.

También hay algo del archivo familiar que funciona casi como un mito fundante: el mito de la familia, de la relación romántica entre los padres. La protagonista vuelve a ese material, pero hay algo en esas imágenes que no es tan transparente. Hay un vacío.

En relación a esto del dispositivo, hay algo llamativo que es la proliferación de imágenes. Más allá de los archivos familiares y del registro más naturalista de la ficción que vos construís, están los planos tomados por las cámaras de seguridad. Y después hay mucho registro de pantallas: las mujeres hurgando en las redes sociales, tocando y ampliando imágenes con sus dedos. Mucho de lo que se suele escribir sobre la película tiene que ver con la idea del dinero: cómo el dinero media las relaciones sociales. Acá las imágenes también parecen mediar los vínculos afectivos.

Y las huellas que dejaron, ¿no?

Volviendo al registro de la intimidad que mencionabas hace un rato, hay algo también muy curioso que es el registro de la festividad. Hay cierta insistencia en mostrar cierto goce comunal que se encuentra junto a otros. Hay festejos de cumpleaños, festejos de año nuevo, están los asados, los amigos reunidos tomando cerveza en la pileta. Es algo que aparece constantemente. ¿Qué peso le encontrás en la película? 

Algo viejo, algo nuevo, algo prestado

Hablemos sobre esta idea de filmar una organización. Hay algo del cine de gángsters que suele vincularse primero con el retrato del crimen organizado, del entramado y las redes de estos negocios al margen de la ley. Pero también está la figura de la familia que aparece una y otra vez en estas películas. Es casi como si a partir de un escenario ligado a la violencia se pudiera observar a la familia desde un ángulo torcido. Un ángulo que al mismo tiempo nos hace preguntarnos por la extrañeza de nuestros propios vínculos familiares. 

Total, a cierto amateurismo, la idea de estar filmando a los afectos.

Y también hay algo de esa herencia en la película que hasta parece ser el mismo negocio familiar. La hija no elige necesariamente estar en ese mundo: nace ahí. 

Algo viejo, algo nuevo, algo prestado

Y la idea del género de gángsters en particular, ¿cómo desembocás ahí? ¿tenía que ver con esa pregunta por lo familiar?

¿Y fuiste escribiendo a partir de esas improvisaciones, como un ida y vuelta entre la escritura del guion y la escritura del rodaje? 

La muerte de Hugo también te deja con las mujeres al frente de la película, lo cual marca cierta diferencia con las películas de ese género que tienden a mostrar un mundo masculinizado, manejado por los hombres.

Mauro; El bonaerense; Pizza, birra, faso

Pensaba también en la singularidad del espacio. Más allá de que este género no se circunscribe al cine estadounidense (y uno incluso puede rastrear exponentes en el cine argentino), gran parte de su institucionalización o tipificación tiene que ver con el Hollywood clásico y con el imaginario de los inmigrantes que llegaban Estados Unidos y terminaban involucrados en la criminalidad. Pero acá de repente vos estás en Provincia de Buenos Aires, Argentina. Es decir, un contexto muy diferente. ¿Hubo ahí un proceso de traducción de ese origen y de diálogo con el espacio y con el contexto?

Esta película se estrena justo 10 años después de Mauro.  En su momento fue una película que se leyó como una suerte de regreso a los orígenes de una parte del Nuevo Cine Argentino que se preocupó por retratar mundos marginales, como el cine de Trapero o Caetano. ¿Te parece una lectura atinada sobre tu cine? ¿Te sentís parte de un diálogo con esas películas?

Iván Zgaib / Copyleft 2025

Sobre Algo viejo, algo nuevo, algo prestado en CLOA:

1. Crítica (acá)

2. Otra crítica (acá)

3. Comentarios en La Internacional Cinéfila (acá y allá)

4. Primera impresión en Cannes 2024 (acá)

5. Entrevista televisiva (El cinematógrafo) con Hernán Rosselli durante el estreno mundial de Algo viejo, algo nuevo, algo prestado en la Quincena de los Cineastas en Cannes 2024. (Ver acá y allá)

6. Entrevista radial (La oreja de Bresson) con Hernán Rosselli una semana antes del estreno en Contracampo en Mar del Plata 2024. (Escuchar acá)