PARÁSITO / GISAENGCHUNG
EL OLOR DEL OTRO
Entre todos los sentidos que constituyen la experiencia perceptiva del mundo, el del olfato, más abstracto aun que el gusto y el tacto, es quizás el menos filmable de todos. Una mano en primer plano o un travelling cenital sobre una larga mesa de platos deliciosos pueden inducir a sentir lo que la cámara no consigue registrar. La evocación por la vista es persuasiva. Pero con el olor pasa algo distinto, y no basta, para simular su representación, un plano sobre un ramo de flores.
En Parásito, el olor es el concepto que ordena una retenida contienda. La diferencia de clases en tanto percepción del otro se enuncia primero como la aparición de una emanación ajena al orden olfativo al que se pertenece. En una escena de una violencia simbólica temible, el protagonista conduce el auto de su patrón y este reconoce una fragancia que lo incomoda. No es un gag, pero se repite como tal, pues se trata, más bien, de un reflejo de clase que el cineasta consigue escenificar. La pertenencia de clase es mucho más que un conjunto de prejuicios en torno a los otros; es también una configuración olfativa y espacial. En este sentido, la amplitud casi alucinatoria de la casa de los ricos contrasta violentamente con el subsuelo en el que vive toda la familia de Kim Ki Taek. El espacio como categoría siempre es de índole político.
Parásito / Gisaengchung, Corea del Sur, 2019
Dirigida por Bong Joon Ho. Escrita por Bong y Jin Won Han
El argumento es tan simple como el siguiente: todos los Kim están desempleados y sobreviven como pueden. La astucia del hijo mayor lo empuja a hacerse pasar por profesor de inglés de la hija de los Park, familia muy adinerada. De a poco, todos los Kim ocuparán puestos de servicio en la casa de los Park, sustituyendo a los encargados precedentes, a veces transgrediendo los límites morales que detienen a hombres y mujeres frente a la conveniencia y desesperación.
Bong Joon-ho es una cineasta popular. Ha hecho comedia, ciencia ficción, thrillers policiales y dramas. Jamás esquivó la sensibilidad y las convicciones políticas, y aquí, en vez de ser una cuestión lateral, lo político es el centro de todo. Esto explica la universalidad y su inmediata aceptación internacional. Parásito sintoniza con un tema candente, el de la brecha cada vez mayor entre quienes acumulan sin fin y aquellos que solo pueden dispensar su tiempo al servicio de los que tienen. Esto es en Seúl, pero la misma historia podría pertenecer a Bogotá, París, Ciudad del Cabo o Buenos Aires. Al respecto, la inteligencia de Bong consiste en situar la sospecha y el resentimiento de clase como operaciones de un sistema en el interior de las perspectivas de sus personajes. El odio no proviene de la naturaleza humana, sino de una historia política, tesis añadida con perspicacia gracias a un giro inesperado en el último acto.
El problema mayor de Bong es, justamente, cómo poner en escena el gran tema de nuestro tiempo sin apoyarse en explicaciones excesivas, sosteniendo la ambigüedad y por consiguiente haciendo pensar al público sin decirle qué debería pensar. La didáctica tranquiliza y orienta, y también confunde. Y es por eso que la venganza y la culpa, que no son precisamente categorías propias de la lucidez política, son los sentimientos que se imponen en el desenlace, cuando el guion demanda ilustración y menoscaba la indeterminación narrativa. Los subrayados son impropios de la libertad.
*Esta crítica fue publicada en otra versión por el diario La Voz del Interior en el mes de enero de 2020.
Roger Koza / Copyleft 2020
No creo que pueda verla, aunque la lectura que haces Roger onduce a ello. Qué tema, que representcion, los olores y las clases, y que rerrepresentacion la tuya. Abrazo!
Roger cual es para vos la mejor pelicula de Bong Joon Ho?
En orden de preferencia:
1. Memorias de un asesino (obra maestra absoluta)
2. The Host
3. Barking Dogs Never Bite
4. Parasite
5. Snowpiercer
6. Mother
7. Okja
Y mi corto favorito del señor Bong… Memories in My Frame
Me cuesta compartir la idea de que la película termina exponiendo un hecho de venganza (al menos, como la entiende cierto cine de Hollywood o, acá mismo, lo que suele verse en la obra de Cohn/Duprat). Yo veo allí un acto violento de furia, de hartazgo, no en todo caso una venganza premeditada que deje luego satisfecho al autor. ¿Podríamos decir que las reacciones de los mendigos y sirvientes de «Viridiana» (Buñuel) y «La ceremonia» (Chabrol) son actos de venganza? Me parece que la reacción del personaje de Song Kang-ho vale más por su carga simbólica. Tampoco me parece que ni ese personaje ni el de su hijo expresen abiertamente culpa o remordimiento, como si lo hecho hubiera sido medio inevitable. Es cierto que en ese tramo final «Parasite» trastabilla un poco, cuenta mucho en poco tiempo y agrega una voz off a la que no se había recurrido antes, pero para la película es esencial que el personaje quede refugiado «más abajo que nadie» como su predecesor, y que el hijo desee, ingenua e inútilmente, ascender en la pirámide social.
Saludos.
Es una acción nacida de la bronca, tal cual del modo en el que vos la expones, y la relación con los filmes de B y C resulta más que pertinente; pero yo no me refiero a la venganza y la culpa, vistos desde el personaje, sino más bien articuladas en la voz en off que explica todo, porque al hacerlo introduce una premeditación no de quien lleva adelante la acción en el relato, sino en la arquitectura narrativa del film. A mi juicio, es un film sobrescrito, en el que la relación entre causa y consecuencia es tan ajustada como sobredeterminada. En mi texto no fui del todo explícito, en parte porque traté de no contar qué sucede en el final; sin embargo no le adjudico el sentimiento de venganza y la culpa al personaje, indico más bien lo que acabo de responderte, eso sí, sin explayarme a fondo. Saludos. R
Gracias Roger por responder.
Hola Roger, que buen análisis. Se me ocurrían algunas cosas para debatir:
Lo que decís en el párrafo final siento que es muy acertado, y creo que dialoga sin querer con lo que planteas arriba en el anterior párrafo, donde planteas que lo político es lo que hace universal a la peli y consecuencia de su aceptación internacional; yo creo que no,creo que lo que hace universal a la peli es un discurso tranquilizador sobre lo político, que a mi modo de ver no es lo mismo. Retomando; es por eso que me parece muy acertado lo que decís al final, y se me ocurre otra película Coreana no menos política que es «Burning» de Lee Chang-Dong, película con una manera de narrar simple, visualmente bella, pero muy profunda y compleja en su conflicto. Una película donde claramente aplica lo que exponías: el hacer pensar sin exponer que se lo que se debería pensar. Es para debatir. Saludos.
Nahuel.
Estimado Nahuel:
Mi impresión es que todo el film trabaja sobre una línea política de «no reconciliación» y en el estallido -a mi juicio poco trabajo- se introduce una obligada reconciliación por vía de una victimización general. Creo que el film sí toca una fibra del malestar universal, pero también creo que resuelve todo en poco tiempo y sin precisión. Lee ha sido siempre un cineasta más incisivo en esta materia. Peppermint Candy es para mí su obra maestra, y como sucede con Burning, sin decirlo todo, todo está expuesto. Luego el espectador trabaja y piensa. Saludos. R
Gracias por la respuesta Roger, me hace pensar esto de la reconciliación por vía de una victimización. Me debo la peli Peppermint Candy para tener más perspectiva. Saludos.
Los Kim desplazan a su propia clase. Eso es fuerte en términos políticos.
El hijo pequeño de los Park, ve fantasmas e identifica olores.
Queda trastornado por la pobreza.
Tiempo a la película no le falta.
Quizás las decisiones para hacerla más universal en términos de espectadores.
Simplifica algo del relato.